El desafío de las palabras con MP y MB

En una tranquila escuela de Argentina, en la clase de 3°A, los niños estaban aprendiendo a separar en sílabas palabras que contenían las letras 'MP' y 'MB'. La maestra, la señorita Clara, les explicaba pacientemente cómo realizar esta separación.

Un día, los niños estaban en pleno desafío con palabras como 'campo', 'tambor', 'lámpara', 'trompeta' y 'gimnasia', y a algunos les costaba mucho trabajo poder separar esas letras en sílabas. Los niños estaban algo desanimados, pero sabían que con esfuerzo podrían lograrlo.

—Vamos chicos, sé que es difícil, pero con práctica lo lograrán. Recuerden separar en sílabas 'MP' y 'MB', lo pueden hacer —dijo la señorita Clara con ánimo.

Los niños se esforzaban, pero algunos seguían teniendo problemas, hasta que llegó el gran día del concurso de palabras. La señorita Clara organizó un juego en el que los niños debían separar en sílabas palabras con 'MP' y 'MB' en un tiempo determinado. Había premios para aquellos que lograran separar la mayor cantidad de palabras correctamente.

Los niños se encontraban nerviosos, pero con determinación, comenzaron a separar las palabras. Algunos lograban hacerlo con facilidad, mientras que otros necesitaban más tiempo y concentración. Llegó el momento de revisar las respuestas, y para sorpresa de todos, ¡casi todos los niños lo habían logrado! Incluso aquellos que al principio parecían más desanimados se habían esforzado y habían separado las palabras correctamente.

—¡Lo lograron chicos! ¡Estoy muy orgullosa de ustedes! Han demostrado que con esfuerzo y dedicación pueden lograr cualquier desafío. Quiero que sepan que son capaces de superar cualquier dificultad si se lo proponen —dijo la señorita Clara emocionada.

Los niños se abrazaron contentos, compartieron sus premios y se sintieron llenos de alegría al haber superado el desafío de separar en sílabas palabras con 'MP' y 'MB'. A partir de ese día, los niños se sintieron más seguros de sus capacidades y sabían que juntos podían superar cualquier reto que se les presentara.

Y así, en esa tranquila escuela de Argentina, los niños de 3°A aprendieron una valiosa lección: con esfuerzo y compañerismo, pueden superar cualquier desafío que se les presente.