El desafío de los estudiantes de tercer grado A



Había una vez en la Escuela Primaria "Los Amigos", un grupo de estudiantes de tercer grado —"A"  que descubrieron algo muy preocupante en su aula y el patio de la escuela: ¡residuos sólidos por todos lados! Botellas de plástico, envoltorios de golosinas, papeles y latas tiradas descuidadamente.

Los niños, preocupados por el impacto en el medio ambiente, decidieron tomar cartas en el asunto. "¡Miren todo este desorden! ¡Esto no puede seguir así!" exclamó Martina, la líder del grupo. "Sí, es horrible.

Nuestro planeta no merece esto", agregó Tomás con tristeza. Decidieron que tenían que hacer algo al respecto. Con la ayuda de la maestra Laura, planearon una misión: limpiar el aula y el patio de la escuela.

Armados con bolsas de basura, guantes y mucha determinación, los valientes estudiantes se pusieron manos a la obra. Durante la limpieza, descubrieron que podían reutilizar algunos de los desechos para hacer manualidades, como convertir las botellas de plástico en macetas para plantas.

Mientras trabajaban, hablaban sobre la importancia de cuidar el medio ambiente y cómo cada uno de nosotros puede marcar la diferencia. Al final del día, el aula y el patio relucían de limpieza. Todos se sentían orgullosos de su labor.

Al día siguiente, los estudiantes compartieron su experiencia con el resto de la escuela y animaron a otros cursos a unirse a su misión. Poco a poco, más y más estudiantes se sumaron, y la escuela se convirtió en un lugar mucho más limpio y amigable.

Los niños aprendieron que, trabajando juntos, podían lograr grandes cambios. Y así, la Escuela Primaria "Los Amigos" se convirtió en un ejemplo de cómo el cuidado del medio ambiente comienza con pequeñas acciones.

Con el tiempo, las calles de su barrio también comenzaron a verse más limpias, demostrando que un grupo de niños motivados puede hacer una gran diferencia en el mundo.

FIN.

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