El desafío de Mary y el concurso de Rubik

Mary era una niña muy apasionada por resolver el cubo de Rubik. Pasaba horas intentando encontrar la combinación exacta para que cada lado tuviera un solo color. Su mayor deseo era participar en un concurso oficial de cubo de Rubik, pero desafortunadamente, en su ciudad no se realizaban este tipo de eventos.

Después de investigar en internet, descubrió que el concurso más cercano estaba a cientos de kilómetros de distancia. Mary se sintió desanimada. Habló con sus padres y les expresó su tristeza.

"Papá, mamá, ¿por qué no hay concursos de cubo de Rubik en nuestra ciudad?" preguntó Mary con un tono de decepción en su voz.

"Bueno, cariño, a veces las cosas que queremos no están disponibles de inmediato. Pero eso no significa que no puedas seguir practicando y mejorando tus habilidades", respondió su mamá con ternura.

Mientras tanto, Mary siguió entrenando y perfeccionando su técnica. Pasaba todas las tardes resolviendo el cubo de Rubik una y otra vez, concentrándose en mejorar su tiempo y su destreza. A medida que pasaba el tiempo, su habilidad para resolver el cubo mejoraba notablemente.

Un día, su maestra de matemáticas, la Sra. Martínez, notó el cubo de Rubik en el escritorio de Mary y se acercó a ella con una sonrisa.

"¿Te gusta resolver el cubo de Rubik, Mary?", preguntó la Sra. Martínez con curiosidad.

"Sí, me encanta", respondió Mary entusiasmada.

"Sabes, en la escuela hemos estado considerando organizar una competencia de cubo de Rubik. Estoy segura de que serías una excelente competidora", dijo la maestra con una chispa de emoción en sus ojos.

Mary no podía creer lo que estaba escuchando. ¡Finalmente tendría la oportunidad de demostrar sus habilidades en un concurso en su propia ciudad!

Con entusiasmo, Mary se inscribió en el concurso escolar de cubo de Rubik. A medida que se acercaba la fecha del concurso, practicaba intensamente, recordando cada movimiento y cada algoritmo que había aprendido. Estaba determinada a dar lo mejor de sí misma.

El día del concurso llegó y Mary se encontró compitiendo contra otros estudiantes de su escuela. A pesar de los nervios iniciales, se concentró en el cubo frente a ella y comenzó a resolverlo con habilidad y precisión. Sus movimientos eran rápidos y certeros, y en poco tiempo, logró completar el cubo de Rubik.

Para su sorpresa, Mary había batido su propio récord personal. ¡Había ganado el concurso escolar de cubo de Rubik! La emoción y la alegría llenaron su corazón mientras recibía aplausos y felicitaciones de sus compañeros y maestros.

Después de ese día, la noticia de la victoria de Mary se extendió por toda la ciudad. Un empresario local que había presenciado la competencia se le acercó con una propuesta emocionante.

"Mary, he estado buscando patrocinar un concurso de cubo de Rubik a nivel municipal, y después de ver tu increíble desempeño, estoy seguro de que serías una gran embajadora de este evento. ¿Te gustaría ser la imagen del primer concurso oficial de cubo de Rubik en nuestra ciudad?", le propuso el empresario con entusiasmo.

Mary no podía contener su emoción. ¡Finalmente, su sueño se estaba haciendo realidad! Aceptó la propuesta y se convirtió en la embajadora del concurso municipal de cubo de Rubik. La noticia se difundió rápidamente, y la ciudad estaba emocionada por este nuevo y emocionante evento.

El día del concurso municipal llegó y Mary estaba radiante. Había pasado por un viaje increíble, desde la desilusión inicial hasta convertirse en la embajadora de uno de los concursos más esperados en su ciudad.

Durante el concurso, Mary animó a los participantes, compartió consejos y demostró su increíble talento resolviendo el cubo de Rubik en tiempo récord. La competencia fue un rotundo éxito, atrayendo a fanáticos de todas las edades.

Al final del día, Mary se sentía realizada. Había demostrado que la perseverancia, la práctica constante y la pasión pueden abrir puertas a oportunidades increíbles. Estaba agradecida por el apoyo de su familia, amigos y maestros que la habían alentado en su viaje.

Desde entonces, los concursos de cubo de Rubik se convirtieron en un evento anual en su ciudad, y Mary siempre fue recordada como la valiente niña que inspiró a todos a seguir sus pasiones con determinación y fe en sí mismos.