El desafío de Octavio en La Escuelita del Club San Luis de la Plata



Octavio era un pequeño gran guerrero del rugby en La Escuelita del Club San Luis de La Plata.

Con solo 4 años, todos los sábados se ponía su uniforme con el emblema del club y corría hacia el campo con una sonrisa de oreja a oreja. El rugby no solo era un juego para él, sino una oportunidad para hacer amigos y aprender a compartir.

Cada sábado, se enfrentaba a nuevos desafíos, como aprender a pasar el balón hacia atrás o entender las reglas del juego, pero eso no lo detenía. "Vamos Octavio, tú puedes hacerlo", le gritaban sus compañeros de equipo mientras practicaban.

Aunque a veces tropezaba o el balón se le escapaba de las manos, Octavio nunca se rendía. Una tarde, durante un partido amistoso, Octavio tuvo la oportunidad de anotar su primer try.

Con determinación en sus ojos, corrió hacia la línea de meta, esquivando a sus oponentes y finalmente, apoyando el balón en el suelo con orgullo. Desde ese día, su confianza creció y se convirtió en un jugador valiente y solidario, siempre dispuesto a ayudar a sus amigos.

El rugby no solo le enseñó habilidades deportivas, sino también valores como el compañerismo, el respeto y la superación personal. Cada sábado, Octavio demostraba que, aunque fuera pequeño, era capaz de lograr grandes cosas con esfuerzo y trabajo en equipo.

FIN.

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