El desafío del Lama

Había una vez en las montañas de Tibet, un anciano y sabio Lama que enseñaba a sus discípulos los valores de la paciencia, la bondad y la perseverancia. Un día, el Lama les propuso a sus discípulos un desafío especial.

Les dijo: '-Queridos discípulos, ha llegado el momento de poner a prueba todo lo que han aprendido. Los enviaré en una búsqueda por la montaña para encontrar algo que les demostrará si han interiorizado verdaderamente mis enseñanzas.'

Los jóvenes discípulos asintieron con determinación, emocionados por la oportunidad de demostrar su valía. Cada uno partió en una dirección distinta, armados solo con su coraje y sus conocimientos.

A medida que avanzaban, se encontraron con diferentes obstáculos que pusieron a prueba su paciencia, compasión y fuerza interior. Uno de ellos se topó con un arroyo caudaloso que debía cruzar, otro se enfrentó a una tormenta que amenazaba con desorientarlo, y el tercero se encontró con un anciano solitario que necesitaba ayuda.

Con ingenio, valentía y sentido de la responsabilidad, cada discípulo superó sus desafíos utilizando las enseñanzas del Lama.

Finalmente, se encontraron en el lugar acordado y descubrieron que la verdadera prueba era el camino que habían recorrido y las lecciones que habían aplicado en su travesía. El Lama los abrazó con orgullo, reconociendo la sabiduría y el amor que habían demostrado, y les dijo: '-Habéis demostrado que habéis asimilado mis enseñanzas y que estáis listos para ser maestros vosotros mismos.'

Los discípulos sonrieron, sabiendo que, aunque el camino de aprendizaje continuaba, estaban listos para enfrentar cualquier desafío con sabiduría y compasión.