El desafío del monstruo del pantano



En el reino de Cristalia, la Reina Cristal reinaba con sabiduría y amor. Su castillo brillaba con mil colores gracias a los cristales mágicos que lo adornaban.

Sin embargo, un día oscuro y tormentoso, un monstruo del pantano amenazó la paz del reino. El monstruo era enorme, con escamas verdes resbaladizas y ojos brillantes como luciérnagas. Su rugido hacía temblar hasta las piedras del castillo de la Reina Cristal.

Los habitantes de Cristalia estaban asustados y no sabían qué hacer. La Reina Cristal convocó a su consejo real para encontrar una solución al problema. "-Debemos proteger nuestro reino y a nuestro pueblo del monstruo del pantano -dijo la Reina con determinación-.

Necesitamos un plan valiente y astuto. "El consejero más anciano sugirió enviar a los caballeros más fuertes a luchar contra el monstruo, pero la Reina sabía que eso solo traería más violencia al reino.

"-No podemos resolver este problema con violencia -explicó ella-. Debemos encontrar una solución pacífica que nos permita convivir en armonía. "Fue entonces cuando la princesa Luna, hija de la Reina Cristal, tuvo una idea brillante.

"-¡Podemos ofrecerle al monstruo algo que le guste a cambio de paz! -exclamó la princesa con entusiasmo-. En el pantano hay plantas exóticas que tal vez le gusten. "La Reina Cristal sonrió orgullosa de su hija. "-Es una excelente idea, querida Luna -dijo-.

Prepararemos una caravana con las plantas más hermosas del reino y las llevaremos al monstruo como regalo de paz. "Y así lo hicieron. La caravana partió hacia el pantano llevando consigo las plantas más coloridas y fragantes de todo Cristalia.

Cuando llegaron ante el monstruo, este los miró con curiosidad y luego comenzó a olfatear las plantas. Para sorpresa de todos, el monstruo empezó a relamerse y mover la cola felizmente alrededor de las plantas.

Parecía encantado con el regalo que le habían llevado. La Reina Cristal se acercó lentamente al monstruo y le tendió la mano en señal de amistad. "-Gracias por aceptar nuestra ofrenda, noble criatura -dijo la Reina con sinceridad-.

Espero que podamos vivir en paz y armonía a partir de ahora. "El monstruo asintió con la cabeza y emitió un sonido gutural que parecía ser su forma de dar las gracias.

Desde ese día en adelante, el pantano fue un lugar seguro para todos los habitantes del reino, gracias a la valentía y astucia de la Reina Cristal y su hija Luna.

Y colorín colorado este cuento pacífico ha terminado, demostrando que incluso los problemas más grandes pueden resolverse con bondad y comprensión en nuestros corazones.

FIN.

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