El desafío del río crecido



Había una vez, en un lejano y colorido bosque, una muñeca llamada Lola, una vaca llamada Margarita, un sapo verde llamado René y un cactus llamado Espina.

Todos vivían muy felices en armonía con la naturaleza, compartiendo aventuras y risas cada día.

Un día soleado, mientras paseaban por el bosque, se encontraron con un problema inesperado: ¡El río que solían cruzar para llegar al prado de flores había crecido tanto que era imposible pasar al otro lado! Los cuatro amigos se miraron preocupados, sin saber qué hacer. "¡Oh no! ¿Ahora cómo vamos a llegar al prado de flores?" -exclamó Lola con tristeza. "Tranquilos amigos, siempre hay una solución para todo.

Debemos pensar juntos y encontrar una manera de cruzar este río tan ancho" -dijo Margarita con determinación. René saltó de emoción y propuso: "¡Yo puedo nadar hasta el otro lado y traer ayuda!""Pero René, el agua está muy revuelta.

¡Es peligroso!" -advirtió Espina desde su maceta. Sin embargo, René estaba decidido a ayudar a sus amigos. Con valentía se lanzó al agua y comenzó a nadar con todas sus fuerzas. Por suerte, logró llegar al otro lado sano y salvo.

Allí encontró a un castor llamado Benito que gentilmente accedió a construir un puente improvisado para que los amigos pudieran cruzar.

Mientras tanto, del otro lado del río, Margarita tuvo una brillante idea: usar su gran cuerpo como puente para que Lola y Espina pudieran cruzar sobre ella sin mojarse. Con mucho cuidado lograron atravesarlo gracias a la generosidad de Margarita.

Finalmente, los cuatro amigos se reunieron nuevamente en el prado de flores y celebraron su victoria con risas y abrazos. Comprendieron que trabajando juntos y apoyándose mutuamente podían superar cualquier obstáculo que se les presentara en el camino.

Desde ese día en adelante, Lola, Margarita, René y Espina siguieron explorando juntos el bosque, enfrentando desafíos con valentía e ingenio. Siempre recordaban la importancia de la amistad verdadera y la colaboración como herramientas fundamentales para alcanzar sus metas.

Y así concluye esta historia inspiradora donde cuatro singulares personajes demostraron que no importa cuán grande sea el desafío: cuando trabajamos en equipo podemos lograr grandes cosas juntos.

FIN.

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