El desafío del trabajo en equipo



En lo profundo de la selva, Chita y León eran dos animales que siempre estaban discutiendo sobre quién era el verdadero rey de la selva.

Chita se jactaba de ser la más rápida y ágil, mientras que León presumía de su belleza e imponencia. Los demás animales estaban cansados de escuchar sus peleas constantes y decidieron intervenir.

Un día, todos los animales se reunieron en un claro del bosque para resolver de una vez por todas quién sería el líder indiscutible. El elefante, como el animal más sabio, tomó la palabra y propuso un desafío para determinar quién era realmente el rey de la selva.

"Chita y León, ha llegado el momento de demostrar sus habilidades y liderazgo. Les propongo una serie de pruebas que deberán superar para ganarse el título", anunció solemnemente el elefante. Chita y León aceptaron el desafío con entusiasmo, ansiosos por demostrar su valía ante los demás animales.

La primera prueba consistía en una carrera a través del bosque. Chita partió velozmente mientras León corría con gracia pero menos rapidez.

A mitad del recorrido, Chita tenía clara ventaja, pero al final tropezó con una raíz levantada y cayó al suelo. "¡León! ¡Ayúdame!", gritó Chita desde el suelo. Sin dudarlo, León regresó corriendo hacia ella y la ayudó a levantarse. Juntos cruzaron juntos la línea final de llegada.

La segunda prueba era ver quién podía cazar mejor a su presa designada. Chita acechaba sigilosamente a un antílope mientras León esperaba pacientemente a que un búfalo se acercara lo suficiente.

Sin embargo, cuando ambos estuvieron listos para atacar, notaron que los otros animales habían formado un círculo alrededor de ellos en silencio. "¿Qué es esto?", preguntó sorprendido León mirando a su alrededor.

El elefante explicó: "La verdadera grandeza no está en competir entre ustedes para ver quién es mejor o más fuerte; sino en trabajar juntos por el bien común". Chita y León reflexionaron sobre las palabras del elefante y se dieron cuenta de que tenían mucho que aprender uno del otro.

Decidieron dejar atrás sus diferencias y unir fuerzas para liderar juntos a los demás animales hacia un futuro mejor en la selva.

Desde ese día en adelante, Chita ya no se jactaba tanto de ser la más rápida ni León presumía tanto de su belleza; ambos habían aprendido a valorar las cualidades únicas del otro y a trabajar en equipo para el beneficio de todos.

Así fue como Chita y León dejaron atrás sus rivalidades infantiles para convertirse en verdaderos líderes sabios y compasivos que gobernaban con justicia sobre todos los habitantes de la jungla.

FIN.

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