El Descanso de María


Había una vez en el jardín de la casa de la señora Rosa una pequeña hormiga llamada María. María era muy trabajadora y siempre estaba ocupada haciendo cosas.

Desde temprano por la mañana, se levantaba y salía a buscar comida para su colonia. Un día, mientras María cargaba con una hojita verde más grande que ella, se detuvo a descansar debajo de un árbol. Estaba tan cansada que no podía seguir caminando. "Ay, estoy agotada", suspiró María.

"Siempre tengo que hacer todo yo sola. "En ese momento escuchó una voz suave proveniente del árbol. "¡Hola, amiguita! ¿Por qué estás tan triste?"María se sorprendió al ver a un viejo búho posado en una rama.

"Hola, señor Búho. Estoy cansada de hacer tantas cosas todo el tiempo. Siento que no puedo disfrutar de nada", respondió María con tristeza.

El búho sonrió sabiamente y le dijo:"Mi querida hormiguita, es importante trabajar duro pero también necesitas tomar tiempo para ti misma y disfrutar de las cosas hermosas que te rodean". María reflexionó sobre las palabras del búho y decidió darle una oportunidad a eso de tomarse un descanso.

Decidió dejar su carga junto al árbol y explorar el jardín sin preocupaciones por un rato. Mientras caminaba por el jardín, María vio unas flores coloridas bailando con el viento y decidió acercarse a ellas para admirar su belleza. De repente, vio algo que llamó su atención.

Era un pequeño caracol arrastrándose lentamente por el suelo. "Hola, amiguito caracol. ¿Qué haces por aquí?", preguntó María curiosa. El caracol levantó la cabeza y le respondió:"Estoy disfrutando de una tranquila caminata por el jardín.

A veces es bueno ir despacio y apreciar las cosas a nuestro alrededor". María sonrió y decidió acompañar al caracol en su paseo.

Juntos exploraron cada rincón del jardín, deteniéndose para observar los colores brillantes de las flores, escuchar el canto de los pájaros y sentir la brisa fresca acariciar sus rostros. Mientras tanto, en la colonia de hormigas, se habían dado cuenta de que María no había vuelto con comida.

La reina hormiga estaba preocupada y envió a algunos obreros a buscarla. Cuando encontraron a María junto al caracol, todos se sorprendieron. "¡María! ¿Qué estás haciendo? ¡Deberías estar trabajando!", exclamó uno de los obreros.

Pero María explicó lo que había aprendido del búho y del caracol sobre la importancia de tomarse un descanso y disfrutar del mundo que les rodeaba. La reina hormiga reflexionó sobre las palabras de María y decidió darle una oportunidad a eso de tomarse un tiempo para descansar.

Desde ese día, en la colonia de hormigas se estableció una nueva regla: trabajar duro pero también tomar tiempo para relajarse y disfrutar del jardín.

Y así fue como María enseñó a todos que el equilibrio entre el trabajo y el descanso es fundamental para ser felices.

Y así, María la hormiguita trabajadora se convirtió en una inspiración para todas las hormigas del jardín, quienes aprendieron que no todo en la vida es trabajar y que también hay tiempo para disfrutar de las cosas simples y hermosas que nos rodean.

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