El descubrimiento de Tristán y Lancelot



Había una vez en el reino de Camelot, dos valientes caballeros llamados Tristán y Lancelot. Ellos habían sido amigos desde pequeños, siempre compartiendo aventuras y protegiéndose mutuamente en las batallas. Sin embargo, Tristán comenzó a sentir algo diferente por su amigo Lancelot, algo que nunca antes había experimentado.

Un día, mientras entrenaban juntos en el patio del castillo, Tristán notó que su corazón latía más rápido cuando veía a Lancelot desenvainar su espada. Confundido por estos nuevos sentimientos, decidió buscar consejos con el sabio mago Merlín.

-¡Merlín, necesito tu ayuda! -exclamó Tristán, con la mirada preocupada.

-¿Qué te sucede, joven Tristán? -respondió el sabio mago, con una sonrisa comprensiva.

-Tristán le confesó a Merlín que estaba confundido por descubrir que sentía algo más por su amigo Lancelot y no sabía cómo manejarlo.

Merlín escuchó atentamente y le dijo a Tristán que lo importante no era reprimir esos sentimientos, sino comprenderlos y aceptarlos. Le explicó que el amor y la amistad pueden tomar muchas formas, y que lo más valioso es el cariño y la complicidad que compartían.

Decidido a seguir el consejo del sabio, Tristán buscó a Lancelot y le confesó sus sentimientos. Para su sorpresa, Lancelot también había estado sintiendo lo mismo. Ambos se abrazaron fraternalmente, reconociendo que su amistad era aún más fuerte al comprender la profundidad de sus sentimientos el uno por el otro.

Desde ese día, Tristán y Lancelot continuaron protegiendo Camelot juntos, pero ahora lo hacían con un lazo más fuerte que nunca, demostrando que el amor y la amistad pueden coexistir y fortalecerse mutuamente.

FIN.

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