El descubrimiento del unicornio majuco


Los primos Marti, Vale, Nacho y el pequeño primo bebé estaban emocionados por ir al parque a jugar. Mientras corrían por el césped y se columpiaban, de repente se encontraron con algo sorprendente: ¡un unicornio majuco! El unicornio era de un colorido brillante y emanaba luz, parecía amistoso y curioso.

- ¡Miren eso! ¡Es un unicornio majuco! -exclamó Marti emocionada.

- ¡Es increíble! Nunca creí que veríamos un unicornio en la vida real -dijo Vale asombrada.

Los primos se acercaron con cautela al unicornio, quien los recibió con amabilidad y les preguntó si querían ser sus amigos. Los niños asintieron emocionados y el unicornio les explicó que era especial, ya que en su mundo los unicornios y los humanos podían ser amigos y aprender unos de otros. El unicornio majuco les enseñó sobre la importancia de la amistad, la bondad y el respeto por la naturaleza.

- Es genial tener un amigo como tú, unicornio majuco, aprenderemos mucho juntos -dijo Nacho con una sonrisa.

Los primos pasaron el día jugando con el unicornio, corriendo entre arcoíris y descubriendo la magia que los rodeaba. A medida que el sol se ponía, el unicornio majuco les prometió que volvería a visitarlos, y desapareció entre destellos brillantes.

- ¡Eso fue asombroso! Nunca olvidaremos este día -exclamó Vale emocionada.

- Sí, fue increíble descubrir que la amistad puede llegar de lugares mágicos -añadió Marti.

Los primos regresaron a casa con el corazón rebosante de alegría, sabiendo que habían hecho un amigo especial y aprendido valiosas lecciones. El unicornio majuco les enseñó que la amistad y la magia pueden encontrarse en los lugares más inesperados.

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