El descubrimiento en el tiempo de Pol y Noah

Pol y Noah eran dos hermanos mellizos de 6 años que vivían en un pequeño pueblo en las afueras de Buenos Aires. Un día, mientras jugaban en el jardín de su casa, descubrieron una puerta antigua escondida entre los arbustos.

Al abrirla, se encontraron con un pasillo misterioso que los llevó a un lugar increíble: ¡el futuro! En este nuevo mundo, todo era diferente. Los autos volaban, las casas brillaban y habían robots por todas partes.

Los mellizos estaban asombrados y emocionados por la fascinante aventura que les esperaba. - ¡No lo puedo creer, Pol! ¡Estamos en el futuro! - exclamó Noah emocionado. - Sí, es alucinante, hermanito.

¡Mira todo lo que hay por descubrir! - respondió Pol, con los ojos brillantes de emoción. Juntos, recorrieron las calles, observando cada detalle con asombro. Conocieron a personas que vivían en un mundo completamente distinto al suyo, y aprendieron sobre la tecnología del futuro.

Sin embargo, también descubrieron que en este mundo, la naturaleza estaba descuidada y que las personas habían olvidado lo importante que era cuidar el planeta. Decidieron que tenían que hacer algo al respecto.

Los mellizos regresaron a su tiempo y, con la ayuda de su familia, comenzaron a promover la importancia de cuidar el medio ambiente. Organizaron limpiezas en el pueblo, enseñaron a reciclar y plantaron árboles. Con el tiempo, lograron concientizar a muchas personas y transformaron su pequeño pueblo en un lugar más verde y sostenible.

Aunque volvieron al futuro en varias ocasiones, siempre regresaron a su hogar con la misión de proteger el planeta. Con su valentía y determinación, Pol y Noah demostraron que los niños también pueden hacer una gran diferencia.