El descubrimiento musical de Lauti
Lauti siempre había sido un niño muy inquieto, pero lo que más le gustaba era la música. Desde pequeñito, se pasaba horas y horas escuchando sus canciones favoritas y tocando cualquier instrumento que encontrara por casa.
Pero Lauti no tenía muchos amigos en el colegio, ya que los demás niños no compartían su misma pasión.
Un día, mientras paseaba por el parque con su abuelita, Lauti escuchó una hermosa melodía proveniente de un viejo piano que estaba en medio del césped. Se acercó corriendo al lugar y allí encontró a un anciano sentado frente al teclado. "¡Hola! ¿Puedo tocar?", preguntó Lauti emocionado. "Por supuesto, amigo", respondió el hombre sonriendo.
Lauti se sentó frente al piano y comenzó a tocar algunas notas tímidamente. Pronto se sintió tan cómodo que empezó a improvisar una canción propia. El anciano lo miraba atentamente y asentía con la cabeza cada vez que Lauti hacía algo interesante.
Cuando terminó de tocar, el anciano aplaudió entusiasmado:"¡Eres un verdadero artista! ¿Te gustaría formar parte de mi banda?""¿De verdad? ¡Sería genial!", exclamó Lauti sin poder creerlo.
El anciano le explicó que él dirigía una banda musical compuesta por personas mayores como él mismo y algunos jóvenes talentosos como Lauti. Le dijo también que ensayaban todas las semanas en una sala cercana al parque y lo invitó a participar del próximo ensayo para conocer al resto de los integrantes.
Lauti estaba tan emocionado que no podía dejar de sonreír. Finalmente había encontrado un grupo de personas con las que compartir su amor por la música. Los ensayos con la banda resultaron ser muy divertidos y enriquecedores para Lauti.
Además, tuvo la oportunidad de tocar diferentes instrumentos y aprender mucho sobre armonía y composición musical.
Un día, mientras se preparaban para un importante concierto en el teatro del barrio, el anciano líder de la banda le dio a Lauti una noticia inesperada:"Lamentablemente, no podré dirigir el concierto porque me he enfermado. Pero confío plenamente en ti y sé que puedes hacerlo muy bien".
Lauti se puso nervioso al principio, pero luego recordó todo lo que había aprendido gracias a la banda y decidió dar lo mejor de sí mismo. El concierto fue un éxito rotundo y Lauti recibió muchos aplausos por su talento como director musical.
Desde ese día, Lauti se convirtió en una figura importante dentro de la banda y empezó a recibir invitaciones para tocar en otros lugares. Pero nunca olvidaría aquel momento mágico en el parque cuando encontró su verdadera pasión gracias a la música y un amigo inesperado.
FIN.