El descubrimiento musical de Martín



Martín era un niño curioso y simpático, pero siempre tuvo problemas con las matemáticas en la escuela. A pesar de estudiar y esforzarse, los números simplemente no cooperaban con él.

En cada prueba o examen, las calificaciones de Matemáticas de Martín eran bajísimas. Esto lo entristecía mucho, y a veces sentía que no era bueno en nada. Sin embargo, Martín tenía una gran pasión escondida que aún no descubría.

Un día, la maestra de música de la escuela les enseñó a los alumnos sobre los diferentes instrumentos musicales. Martín escuchó por primera vez el sonido mágico de la guitarra y sintió una chispa en su corazón. En ese momento supo que esa sería su pasión.

- ¡Maestra, quiero aprender a tocar la guitarra! -exclamó Martín emocionado. - ¡Claro, Martín! Te veo muy entusiasmado, ¡veamos de qué eres capaz! -respondió la maestra con una sonrisa. Martín se esforzó mucho en aprender a tocar la guitarra, dedicaba todas sus tardes a practicar.

Cada acorde que aprendía, sentía una alegría inmensa y una conexión especial con la música. Finalmente, llegó el momento del Festival de Talentos de la escuela. Martín decidió inscribirse para tocar la guitarra y cantar una canción que había compuesto.

Aunque estaba nervioso, subió al escenario con valentía y comenzó a tocar. La melodía fluía naturalmente de sus dedos, mientras su voz resonaba con emoción. Al final de la canción, el público estalló en aplausos y ovaciones.

Martín sonreía radiante, se sentía en su elemento. Desde ese día, Martín decidió que quería ser cantante y músico, se esforzaría al máximo para cumplir su sueño.

Aunque las matemáticas nunca fueron su fuerte, descubrió que tenía un talento extraordinario para la música, y eso lo llenaba de felicidad y realización. A partir de entonces, Martín se esforzó en la escuela, sabiendo que la música sería su futuro.

Y cada vez que subía al escenario, recordaba que no había nada que le impidiera brillar con su verdadero talento.

FIN.

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