El deseo de Helio



Había una vez en la heladería del barrio un helado muy especial llamado Helio. A diferencia de los demás helados, Helio no quería ser comido ni derretirse bajo el sol caliente del verano.

Él soñaba con convertirse en un niño de verdad para poder jugar, correr y disfrutar de la vida sin miedo a desaparecer. Helio veía cómo sus amigos helados eran devorados por las personas sin ninguna consideración, y eso lo entristecía profundamente.

No entendía por qué debía sufrir ese destino cruel solo por ser un postre delicioso. Decidió entonces buscar una forma de cumplir su deseo de ser humano y escapar de su triste realidad.

Una noche, cuando la heladería ya estaba cerrada y todos dormían, Helio hizo un gran esfuerzo y logró moverse sobre la mesa donde estaba expuesto junto a otros sabores. Con todas sus fuerzas pidió ayuda al viejo reloj que colgaba en la pared.

El reloj era sabio y conocía muchos secretos del universo. "Viejo reloj, necesito tu ayuda", dijo Helio con voz temblorosa.

El reloj lo miró con ternura y le explicó que para convertirse en un niño de verdad debía demostrar su valentía y bondad en una tarea muy difícil: encontrar la fuente mágica que concedería su deseo pero que se encontraba en lo más profundo del bosque encantado.

Helio partió hacia el bosque sin dudarlo, enfrentando peligros como ardillas hambrientas y ramas traicioneras que intentaban detenerlo.

En su camino se encontró con diferentes personajes como el Conejo Sabio que le enseñó a escuchar su corazón, el Pájaro Cantor que le recordó la importancia de mantener viva la esperanza, y la Tortuga Anciana que le mostró el valor de la paciencia. Finalmente llegó a la fuente mágica donde bebió el agua cristalina que le concedió su mayor anhelo: convertirse en un niño real.

Ahora Helio podía sentir el calor del sol en su piel sin temor a derretirse, podía correr libremente por prados verdes sin preocuparse por desaparecer y sobre todo era feliz siendo parte del mundo humano.

Desde ese día, Helio aprendió que cada persona, ser u objeto tiene un papel importante en el sistema global; todos contribuyen de alguna manera al equilibrio del universo. Y así vivió muchas aventuras junto a sus nuevos amigos humanos, siempre recordando con gratitud a aquellos seres especiales que lo ayudaron a alcanzar su sueño.

FIN.

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