El despertar de la amabilidad



Había una vez en un pequeño pueblo de Argentina, una niña llamada María. Desde muy pequeña, María había sido mal educada y grosera con todos a su alrededor.

No saludaba, no decía por favor ni gracias, y siempre estaba haciendo travesuras. Un día, mientras caminaba por un sendero lleno de hermosas flores moradas, María fruncía el ceño al verlas.

"¡Odio el color morado! ¡Estas flores son horribles!", murmuró para sí misma mientras pateaba las flores que se interponían en su camino. De repente, una luz brillante apareció frente a ella. La luz se transformó en la figura de una hada madrina.

"María", dijo el hada con voz suave pero firme, "he visto tu comportamiento grosero y desagradable. Es hora de que aprendas una lección importante". María cruzó los brazos y rodó los ojos. "¿Y quién te crees tú para decirme qué hacer?", respondió con arrogancia.

El hada suspiró y continuó: "Te daré la oportunidad de cambiar tu actitud antes de que sea demasiado tarde. A partir de hoy, cada vez que digas algo negativo o cruel hacia los demás, una flor morada más se marchitará en este bosque encantado".

María rió con desdén. "¡Bah! ¿Crees que me asustan tus amenazas absurdas? ¡No me importan tus estúpidas flores moradas!" Y con eso, dio media vuelta y siguió su camino.

Los días pasaron y María continuó siendo tan grosera como siempre. Cada vez que insultaba a alguien o tenía un gesto desagradable, una flor morada se marchitaba en el bosque encantado. Poco a poco, María comenzó a notar cómo las hermosas flores moradas iban desapareciendo del paisaje.

Intrigada, decidió regresar al sendero donde todo comenzó. Al llegar allí, vio al hada madrina esperándola. Esta vez su mirada era seria pero compasiva.

"-María", dijo el hada con calma "-has visto lo que has provocado con tus acciones egoístas y crueles. "María bajó la cabeza avergonzada por primera vez en mucho tiempo. "-Lo siento... " musitó casi en un susurro. El hada le tendió una semilla de flor morada.

"Esta es tu oportunidad para cambiar tu camino,"- le dijo con bondad "-Plántala cuidadosamente y cultiva amor y amabilidad en tu corazón. "Desde ese día en adelante Maria cultivó paciencia y respeto por los demás; aprendió a ser amable y considerada con todos los seres vivos.

Y así fue como la niña mal educada se convirtió en un ejemplo de bondad y generosidad para todos los habitantes del pueblo. La magia del bosque encantado había obrado su maravilla en el corazón de María. Fin

FIN.

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