El despertar de la bella durmiente

Había una vez en un reino lejano una bella princesa llamada Aurora, quien tenía un secreto muy especial.

Desde muy pequeña, Aurora disfrutaba vestirse con trajes de varón, trepar árboles y jugar con espadas, pero su familia no comprendía por qué no se comportaba como las demás niñas. Un día, al cumplir cinco años, decidió contarles a sus padres su deseo de vestirse como un niño y jugar con juguetes de varón, pero ellos no entendieron y la reprendieron.

Aurora, triste, se encerró en su habitación y allí cayó en un sueño profundo. Su familia, desesperada, consultó con hadas madrinas y hechiceros, quienes decidieron que Aurora despertaría cuando estuviera lista para ser aceptada tal como era.

Años después, un niño llamado Mateo llegó al castillo para jugar con los príncipes, y descubrió a Aurora durmiendo en su habitación. Sin miedo, se acercó y le susurró al oído: "Puedo ver quién eres en realidad y te acepto como eres".

Al escuchar esas dulces palabras, Aurora abrió lentamente sus ojos y sonrió. Finalmente, decidió presentarse como Aurora, una princesa amante de las aventuras y la libertad de ser quien realmente era, sin importar el género con el que se identificara.

Desde ese día, el reino aprendió a aceptar la diversidad, y Aurora vivió feliz siendo fiel a sí misma.