El despertar de la naturaleza



Miguel era un chico muy tranquilo y amable, le gustaba pasar tiempo con sus amigos y jugar videojuegos. Sin embargo, siempre se sentía un poco excluido cuando sus amigos hablaban de películas de terror.

"¿Cómo puedes decir que no te gusta el terror si nunca has visto una película?"- preguntó su amigo Juan. "No sé, simplemente no me llama la atención"- respondió Miguel encogiéndose de hombros.

Sus amigos trataban de convencerlo constantemente para que viera alguna película de terror, pero Miguel simplemente no estaba interesado. Un día, durante las vacaciones de invierno, Miguel decidió quedarse en casa mientras sus amigos fueron al cine a ver una nueva película de terror.

Mientras estaba solo en casa, empezó a sentirse aburrido. Decidió buscar algo interesante para ver en la televisión y encontró un documental sobre animales salvajes.

A medida que veía el programa, se dio cuenta de lo fascinantes e increíbles que eran los animales y cómo cada uno tenía habilidades únicas para sobrevivir en su entorno natural. Al terminar el documental, Miguel sintió una extraña emoción dentro de él. Se dio cuenta que había descubierto algo nuevo que realmente le apasionaba: la naturaleza.

Empezó a investigar más sobre los animales y sobre la vida silvestre en general. Un día, mientras paseaba por un parque cercano a su casa, encontró un grupo de niños pequeños observando unos pájaros con binoculares.

Se acercó curioso y les preguntó qué estaban haciendo. Los niños le explicaron que estaban participando en un taller gratuito sobre aves organizado por un grupo de conservación local. Miguel estaba interesado en aprender más, así que se unió al taller.

Allí conoció a otros niños y jóvenes apasionados por la naturaleza y el cuidado del medio ambiente. Miguel se sintió feliz de haber encontrado algo que le gustaba tanto y decidió dedicarse a estudiar la vida silvestre.

Pasaron los meses y Miguel se convirtió en un experto sobre animales salvajes. Sus amigos lo notaron y empezaron a preguntarle cosas sobre la naturaleza.

Incluso comenzaron a invitarlo a sus conversaciones sobre películas de terror, pero ahora era él quien les hablaba emocionado sobre las especies animales que había descubierto. "Miguel, ¿cómo hiciste para dejar de tener miedo?"- preguntó Juan curioso.

"No es que haya dejado de tener miedo"- respondió Miguel sonriendo-, "simplemente encontré algo mejor en lo que enfocar mi atención". Miguel aprendió una gran lección: no siempre tienes que seguir la moda o hacer lo mismo que tus amigos para ser feliz.

A veces, solo necesitas encontrar aquello que te hace sentir bien contigo mismo y seguir tu propio camino.

FIN.

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