El despertar del sol

En un lejano reino, el sol tenía la costumbre de dormir hasta tarde, lo que causaba caos y tristeza en el mundo.

Todo estaba oscuro y frío, las plantas no crecían, los animales no salían de sus madrigueras y los niños no podían jugar bajo la luz del día. Nadie sabía cómo despertar al sol, hasta que un valiente gallo llamado Panchito decidió emprender una misión para resolver este problema. "Amigos, escúchenme", dijo Panchito a los animales del reino.

"El sol no despierta y debemos hacer algo al respecto. Necesitamos encontrar una manera de despertarlo para que vuelva a brillar sobre todos nosotros". Todos los animales estaban preocupados, pero Panchito les dio esperanza.

"Yo he oído que el sol se despierta con un canto alegre y poderoso, así que propongo que cada uno de nosotros intente despertarlo con nuestra propia canción. Si nos unimos, seguramente el sol despertará". Los animales estaban emocionados con la propuesta de Panchito y decidieron ayudarlo.

Primero intentó la jirafa con un dulce arrullo, pero el sol seguía dormido. Luego lo intentó el elefante con un potente trompetazo, pero el sol no reaccionaba.

Después fue el turno del tigre con un rugido fuerte, pero el sol ni siquiera se movía. Panchito sabía que debía hacer algo para que el sol despertara. Entonces decidió cantar una melodía alegre y llena de esperanza, y para sorpresa de todos, el sol comenzó a moverse.

Poco a poco, fue despertando y su luz empezó a brillar sobre el reino. Todos los animales y las plantas se alegraron al verlo brillar.

Desde ese día, Panchito continuó cantando cada mañana para despertar al sol, y todos en el reino aprendieron la importancia de la alegría y la esperanza para enfrentar los desafíos. El sol nunca volvió a dormir tanto, y el mundo disfrutó de días luminosos y cálidos para siempre.