El día azul de Rocco
Había una vez un pequeño pajarito llamado Rocco que vivía en un bosque lleno de colores. Los árboles eran verdes, las flores amarillas y las mariposas rojas. Pero Rocco tenía un sueño muy especial: ¡quería ver todo lo que era azul!
Un día, mientras volaba por el bosque, se encontró con su amiga la tortuga Lila.
"¡Hola, Rocco! ¿A dónde vas tan apurado?" - preguntó Lila.
"¡Quiero encontrar cosas azules!" - respondió Rocco emocionado.
"¿Azules? ¿Como el cielo?" - dijo Lila.
"Sí, pero también quiero ver otras cosas azules. ¡Ayúdame!" - pidió Rocco.
Lila sonrió y decidió acompañar a Rocco. Juntos comenzaron su aventura.
Primero, volaron al lago.
"¡Mirá, Rocco! El agua del lago es azul como el cielo. ¡Es hermoso!" - exclamó Lila.
"¡Sí! Pero quiero ver más cosas azules" - dijo Rocco, un poco decepcionado.
Continuaron su camino y encontraron una gran flor azul.
"¡Es una flor de jacarandá!" - dijo Lila. "Es tan linda como el cielo."
"¡Sí! Pero yo quiero ver algo más grande y azul" - insistió Rocco.
Ambos siguieron explorando el bosque hasta que llegaron a una montaña. Desde arriba podían ver todo el paisaje.
"¡Mirá, Rocco! Desde aquí se ve todo azul. El cielo, el agua y hasta las sombras. Es mágico" - dijo Lila con asombro.
"¡Eso está bueno!", - respondió Rocco, "pero aún no he encontrado algo que me haga sentir azul."
De repente, un pequeño pez saltó del agua, brillando como el océano.
"¡Mirá, Rocco! ¡Ese pez es azul!" - gritó Lila.
"¡Sí! Pero no es lo que busco. Quiero algo que pueda tocar, que pueda sentir" - respondió Rocco, algo triste.
Entonces, la tortuga tuvo una idea brillante.
"Rocco, ¿qué tal si vamos al campo de flores? Pueden haber flores azules ahí!"
Rocco aleteó emocionado.
"¡Buena idea!" - dijo y juntos se pusieron en marcha.
Al llegar, vieron muchas flores de distintos colores, pero había unas increíbles flores azules.
"¡Mirá! ¡Son preciosas!" - exclamó Rocco. "Ahora sí siento el azul."
"Y son tan suaves al tacto" - agregó Lila, acariciando una flor.
De repente, descubrieron una mariposa azul volando cerca de ellas.
"¡Rocco, síguela!" - gritó Lila con entusiasmo.
Rocco persiguió a la mariposa, volando con todo su corazón. La mariposa los llevó hasta un árbol enorme cubierto de flores azules.
"¡Este es el lugar más hermoso que he visto!" - dijo Rocco, mi corazón se siente azul de felicidad.
"Ves Rocco, el azul se siente y se vive. No siempre se necesita encontrar algo grande, a veces las cosas pequeñas son las que más nos inspiran" - dijo Lila con una sonrisa.
A partir de ese día, Rocco entendió que el azul no solo estaba en el cielo, sino también en la amistad y en las pequeñas cosas que nos rodean. Y así, Rocco y Lila siguieron explorando juntos el mundo lleno de colores, siempre creando nuevas aventuras y recuerdos.
Y colorín colorado, este cuento se ha acabado.
FIN.