El día complicado de Kevin y Santi en el centro María Espínola



Kevin y Santi eran dos amigos inseparables que asistían juntos al centro María Espínola, un lugar donde niños de todas las edades podían aprender, jugar y compartir. Sin embargo, un día todo se complicó para ellos.

Era una hermosa mañana de primavera cuando Kevin y Santi llegaron al centro María Espínola, emocionados por participar en las actividades del día. Pero al llegar, se dieron cuenta de que las cosas no iban a ser como esperaban. El lugar estaba lleno de niños desconocidos y todas las actividades estaban programadas de manera diferente.

- ¡Qué extraño! -exclamó Kevin con asombro. - ¿Por qué hay tantos chicos nuevos aquí?

- No lo sé, pero parece que todas las actividades que nos gustan ya están ocupadas -respondió Santi con preocupación.

Sin saber qué hacer, los dos amigos caminaron por el centro en busca de algo en lo que pudieran participar. Sin embargo, cada actividad a la que se acercaban ya tenía a todos los niños inscritos, y Kevin y Santi se sentían cada vez más desanimados.

De repente, en el patio del centro, vieron a un grupo de niños que estaban construyendo un fuerte de cartón. Los dos amigos se acercaron con curiosidad y vieron que el líder del grupo, una niña llamada Camila, estaba dando instrucciones al resto de los niños.

- Hola, ¿podemos unirnos a ustedes? -preguntó Kevin con timidez. - Nos quedamos sin actividades para hacer.

- ¡Claro que sí! -respondió Camila con entusiasmo. - Siempre hay lugar para nuevos amigos. Ayúdennos a construir este fuerte, ¡será genial!

Kevin y Santi no lo podían creer. Finalmente habían encontrado algo en lo que participar, y encima con un grupo de niños tan amigables. Trabajaron juntos para construir el fuerte, compartiendo ideas y riendo con cada nueva pieza que agregaban. Pronto, el fuerte estuvo terminado, y todos los niños se reunieron dentro con alegría.

-¡Esto es tan divertido! -exclamó Santi, emocionado. - Nunca habíamos construido un fuerte así.

- Sí, y todo gracias a Camila y sus amigos -agregó Kevin con gratitud.

Al final del día, Kevin y Santi se despidieron de sus nuevos amigos con una gran sonrisa en el rostro. A pesar de las dificultades al principio, habían encontrado una forma maravillosa de divertirse y hacer nuevos amigos en el centro María Espínola. Desde ese día, Kevin y Santi aprendieron que, incluso en las situaciones más complicadas, siempre hay oportunidades para disfrutar y aprender si se mantienen abiertos y positivos.

FIN.

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