El día de las emociones salvajes


Hubo una vez en la selva un día muy especial, el día de las emociones salvajes. En este día, todos los animales se reunían para expresar sus sentimientos y aprender a manejar sus emociones.

El león, el rey de la selva, llamó a todos los animales y les dijo: 'Hoy es un día muy importante, debemos aprender a entender y controlar nuestras emociones para convivir en armonía en la selva'.

Todos los animales asintieron con la cabeza y se formaron grupos según su especie para participar en diferentes actividades. - '¡Vamos a jugar al escondite de la alegría!', dijo el conejo con entusiasmo. - '¡Sí! Y después podemos hacer una carrera de la paciencia', propuso la tortuga.

- Mientras tanto, el elefante enseñaba a los demás animales a meditar para encontrar la calma interior. En otro rincón de la selva, el mono enseñaba a expresar la tristeza a través de la danza.

Todos estaban comprometidos en aprender a identificar y gestionar sus emociones. Pero de repente, una tormenta se desató y asustó a todos los animales. El miedo se apoderó de la selva.

El león, con su valentía, les habló con firmeza: 'Tranquilos, debemos recordar lo que aprendimos hoy, juntos podemos superar el miedo'. Con las enseñanzas que habían adquirido, los animales comenzaron a ayudarse mutuamente.

El elefante transmitía seguridad, la tortuga recordaba la importancia de pausar y respirar, el mono animaba a expresar el miedo a través del movimiento y el conejo inyectaba alegría en el ambiente. A medida que aplicaban lo aprendido, el miedo disminuyó y la valentía se apoderó de ellos. La tormenta pasó y los animales se abrazaron emocionados.

El león los felicitó: 'Hoy demostraron que entender y manejar nuestras emociones nos hace fuertes y capaces de enfrentar cualquier desafío que se presente en la vida'.

Desde ese día, los animales de la selva vivieron en armonía, aplicando sus conocimientos sobre las emociones en su día a día. Y así, la selva se convirtió en un lugar donde las emociones salvajes se entendían y manejaban con amor y comprensión.

Dirección del Cuentito copiada!