El Día de las Madres en el Colegio Max Uhle



Era un soleado día en el Colegio Max Uhle, donde dos amigos, Franko y Modric, estaban hablando sobre el próximo Día de las Madres. Ambos sabían lo sacrificadas que eran sus mamás y querían hacer algo especial para ellas.

"Che, Modric, se viene el Día de las Madres, y tengo una idea", dijo Franko mientras dibujaba en su cuaderno.

"¿Qué tenés en mente?", respondió Modric, curioso.

Franko miró hacia los árboles del patio, donde una bandada de pájaros cantaba alegremente.

"Podríamos organizar una sorpresa para ellas. Algo que jamás se olviden", propuso Franko entusiasmado.

"Me encanta la idea. Pero, ¿qué podemos hacer?", preguntó Modric, pensando en todas las opciones.

"Podríamos hacer un video con recuerdos de todos los momentos juntos. Un homenaje a nuestras mamás”, sugirió Franko, emocionado.

"¡Eso es genial! Pero necesitamos más ayuda. Tal vez deberíamos invitar a otros chicos de la escuela", sugirió Modric.

Así fue como los dos amigos, decididos a hacer felices a sus mamás, comenzaron a hacer una lista de compinches. En el almuerzo, juntaron a sus amigos en la mesa.

"Chicos, se viene el Día de las Madres y queremos hacer una sorpresa especial para nuestras mamás. ¡Un video lleno de recuerdos!", dijo Franko.

"¿Qué necesitan de nosotros?", preguntó Sofía, una de las chicas del grupo.

"Queremos que cada uno comparta un recuerdo con su mamá y lo grabemos. Luego lo editamos y se lo mostramos en su día", explicó Modric.

Los chicos acordaron y comenzaron a planear. Cada uno elegiría un lugar especial para grabar su mensaje. Ese sábado, los amigos se reunieron para filmar. Algunos hicieron sus videos en casa, otros en el parque y algunos en el patio de la escuela.

Los días pasaron y la emoción fue creciendo. Pronto llegó el domingo, y los chicos estaban listos para el gran momento. Franko y Modric habían trabajado mucho en la edición del video.

"Este video va a hacer llorar a nuestras mamás de felicidad", dijo Modric con una sonrisa.

"Sí, será un día inolvidable", asintió Franko.

Finalmente, llegó el momento de la revelación. Franko y Modric llevaron a sus madres a la escuela, donde habían preparado un pequeño salón decorado con globos y flores. Las mamás estaban intrigadas.

"¿Qué están tramando, chicos?", preguntó la mamá de Modric, con una sonrisa.

"Es una sorpresa para ustedes", respondieron los amigos al unísono. En ese momento, pusieron el video en una pantalla.

Las mamás, emocionadas, vieron el video. ¡Cada recuerdo, cada risa, cada abrazo estaba ahí! El salón se inundó de risas, abrazos y lágrimas de alegría.

"¡Es el mejor regalo que podría recibir!", exclamó la mamá de Franko, mientras su hijo la abrazaba.

"Estamos muy orgullosos de ustedes, chicos. Esto significó mucho para nosotras", dijo la mamá de Modric con sus ojos brillantes.

Los amigos se miraron, felices.

"Lo hicimos, Modric", dijo Franko.

"Sí, lo hicimos juntos", respondió Modric.

Esa jornada no solo fue una sorpresa para sus madres, sino también una lección de amor y amistad. Aprendieron que los mejores regalos no son cosas, sino momentos compartidos y recuerdos atesorados. AND ALL

El día terminó con un picnic donde todos compartieron risas, juegos y muchísimos abrazos. Así, el colegio Max Uhle se llenó de alegría y amor en el Día de las Madres, gracias a la increíble iniciativa de dos amigos que con su corazón lograron hacer felices a sus mamás.

FIN.

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