El Día de las Mascotas
Érase una vez un niño llamado Tomi que vivía en una casa con un hermoso jardín. Un día, decidió salir a jugar. En el jardín, encontró a un perrito y un gatito. El perrito era llamado Bobi y el gatito se llamaba Lila. Tomi se emocionó mucho al ver a sus nuevos amigos.
"¡Hola, Bobi!" - dijo Tomi.
"¡Guau!" - respondió Bobi, moviendo su cola felizmente.
"¡Hola, Lila!" - agregó Tomi.
"¡Miau!" - dijo Lila, estirando sus patitas.
Tomi quería jugar con ellos. Comenzaron a correr por el jardín, pero pronto Bobi se detuvo.
"Estoy cansado, Tomi, necesito agua." - dijo Bobi.
Tomi no sabía que las mascotas también necesitaban descansar y beber agua. Entonces, corrió a la cocina y llenó un cuenco con agua.
"¡Aquí tienes, Bobi!" - dijo Tomi, emocionado.
"¡Gracias, Tomi!" - respondió Bobi, bebiendo con ansias.
Luego, Tomi se dio cuenta de que Lila estaba intentando atrapar una mariposa.
"¡Lila, ten cuidado!" - gritó Tomi.
Lila saltó y casi se cayó.
"¡Miau! ¡Gracias, Tomi! Es rápido volar a veces" - dijo Lila mirando a Tomi con gratitud.
Ese día, Tomi aprendió que cuidar de las mascotas es muy importante.
"Siempre necesito darles agua y asegurarme de que estén a salvo" - pensó Tomi mientras acariciaba su cabezita.
Al final del día, Tomi se despidió de Bobi y Lila con un gran abrazo.
"¡Los quiero mucho!" - les dijo.
"Nosotros también te queremos, Tomi!" - dijeron juntos Bobi y Lila, moviendo la cola y la colita.
Y así, Tomi aprendió sobre el amor y el cuidado de sus nuevas mascotas. Desde entonces, todos los días se aseguraba de que tuvieran agua, comida y mucho cariño. ¡Y así, siempre fueron felices!
FIN.