El día de lluvia en el parque
A Gaspar y Tomas eran dos amigos que adoraban pasar sus tardes jugando en el parque. Les encantaba correr, subirse a los juegos, y sentir el sol en sus caras mientras se divertían juntos.
Pero un día, cuando se preparaban para ir al parque, encontraron que la lluvia había arruinado sus planes.
Ante la situación, los dos amigos se pusieron a pensar en qué podrían hacer en lugar de ir al parque.
Decidieron que era el momento perfecto para idear un nuevo juego. "¿Qué podríamos hacer en un día así?" preguntó Gaspar. "¡Podríamos inventar un juego de mesa con cartas y dados!" respondió Tomas emocionado.
Así que los dos amigos se pusieron a trabajar.
Pasaron la tarde recortando cartulinas, dibujando cartas de colores y números, y confeccionando un tablero. Juntos inventaron un divertido juego en el que tenían que superar desafíos y recolectar tesoros para ganar. Descubrieron que podían divertirse tanto dentro de casa como lo hacían en el parque.
Cuando terminaron su juego, lo probaron y se divirtieron tanto que se olvidaron por completo del parque.
A partir de ese día, Gaspar y Tomas no solo disfrutaban del parque, sino que también pasaban tardes increíbles jugando a su propio juego inventado. Aprendieron que siempre hay otra manera de divertirse, incluso en los días de lluvia.
FIN.