El día de los colores en la escuela de la alegría


En la escuela de la alegría, todos los días eran especiales, pero el Día de los Colores era el favorito de todos. La maestra alegre, la señorita Lola, había planeado una jornada llena de diversión y creatividad para sus alumnos.

Esa mañana, al llegar a la escuela, la niña Sofía estaba más feliz que nunca. Miraba a su alrededor y veía todo decorado con globos y banderines de todos los colores del arcoíris. La señorita Lola la llamó y le entregó una bolsa llena de colores brillantes. "¡Hoy vamos a pintar el mundo de alegría con estos colores, Sofía!" -exclamó la maestra con entusiasmo.

Los niños corrieron al patio de la escuela, donde los esperaban mesas con pinceles, pinturas y muchas pelotas de colores. La misión de ese día era decorar las pelotas, dándoles vida con sus propios diseños y colores. Sofía tomó una pelota y comenzó a pintarla con un arcoíris de colores vibrantes, mientras su amiga Martina pintaba una pelota con flores y mariposas. El patio se llenó de risas, alegría y creatividad, y todos disfrutaban de la actividad.

Después de un rato, la señorita Lola reunió a los niños en un círculo. "Ahora viene la parte más emocionante", anunció la maestra con una sonrisa. "Vamos a lanzar nuestras pelotas al aire, y cada una llevará consigo un deseo de alegría y amistad para el mundo entero". Los ojos de los niños brillaron con emoción.

Uno a uno, los niños lanzaron sus pelotas al cielo, viendo cómo volaban y se mezclaban con los colores del arcoíris. Sofía cerró los ojos y sintió cómo su pelota llevaba consigo las risas y alegrías de la jornada.

Al finalizar el día, los niños volvieron a sus casas con sus corazones rebosantes de felicidad y color. La niña Sofía se acostó esa noche mirando su pelota en la mesita de luz, recordando el día lleno de colores, risas y amistad en la escuela de la alegría.

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