El Día del Abrazo en la Escuela



Era un hermoso día soleado en la escuela de la maestra Martha, donde todos los niños esperaban con ansias el Día del Abrazo. María Victoria, la más entusiasta del grupo, se convirtió en la portavoz de esta celebración especial.

"¡Hoy celebraremos el Día del Abrazo!" - anunció María Victoria, moviendo sus brazos como si quisiera abrazar a todo el mundo.

"¿En serio? ¿También vamos a abrazar a los docentes?" - preguntó Luciano, con una sonrisa pícara.

"¡Por supuesto! Todos necesitamos un abrazo, grande o pequeño, para sentirnos queridos y felices" - contestó Marcela, mientras acomodaba sus cabellos al viento.

En la asamblea de la mañana, la maestra Martha explicó el significado del abrazo. "Los abrazos son una forma de mostrar amor y empatía. Nos hacen sentir unidos y felices, y hoy vamos a compartir muchos de ellos" - dijo con una gran sonrisa.

Los niños aplaudieron emocionados.

A medida que avanzaba el día, todos se organizaron en grupos por clases. María Constanza tenía una idea brillante. "¿Qué tal si hacemos un mural de abrazos con fotos?" - propuso.

"¡Sí! Cada uno de nosotros puede traer una fotografía de un abrazo que hayamos recibido, y lo pegamos en la pared" - sugirió Jesu, ilusionado.

Todos los niños, incluido Fabio, que siempre era un poco más tímido, sintieron que la idea era maravillosa. "Y también podemos preparar una sorpresa para la maestra Martha" - propuso Mía.

María Victoria aplaudió. "¡Sí! ¿Qué les parece si hacemos un gran cartel que diga ‘Gracias, maestra! ’ con corazones y abrazos dibujados?" - exclamó emocionada.

Cada uno se puso manos a la obra. Avanzaron en sus tareas, tomando fotos entre risas y abrazos. Luciano bromeó sosteniendo a Mía de un lado para que se arruine la foto y ella se tiró al suelo riendo.

Al finalizar la tarde, el pasillo estaba decorado con alegres dibujitos de abrazos y las fotos significativas. La maestra Martha entró al aula y sus ojos brillaron al ver el mural.

"¡Oh, qué hermoso! Esto significa mucho para mí, chicos. Estoy muy orgullosa de ustedes" - dijo, conmovida.

Pero de repente, un giro inesperado sucedió. Alguien, que no se había unido a la fiesta de los abrazos, era Avril. La pequeña estaba en un rincón, con una mirada triste.

"¿Por qué no participaste, Avril?" - le preguntó Fabio, acercándose.

"No me gustan los abrazos. Siempre he sido un poco diferente y no me siento cómoda" - confesó, casi en un susurro.

María Victoria, en lugar de empujarla a integrarse, se sentó a su lado. "Está bien, Avril. No hace falta que abraces si no te sientes bien con eso. Pero también puedes mostrar el cariño de otras maneras, como sonreir o decir cosas bonitas" - le dijo con ternura.

"Sí, lo sé. Aunque, a veces, siento que no encajo aquí" - respondió Avril, con una leve sonrisa.

Mía, escuchando desde un poco más lejos, se acercó. "Nos encantaría tenerte con nosotros. Aún así, queremos que te sientas cómoda. ¿Qué tal si haces un dibujo de lo que significa un abrazo para vos?" - preguntó.

La reacción de Avril fue inmediata. La idea le gustó. "Puedo hacer eso… sí, puedo intentar hacerlo" - dijo, mientras sus ojos se iluminaban.

Mientras todos continuaron con su mural de abrazos, Avril comenzó a dibujar. Al final de la jornada, ella mostró su dibujo. Era un cuadro colorido de todos sus compañeros abrazándose y un sol sonriente arriba.

"¡Qué bonito, Avril!" - exclamó Jesús.

"Esta es una forma de abrazarnos sin tocarse, ¿verdad?" - añadió Marcela.

Al finalizar el día, la maestra Martha reunió a todos en un círculo. "Hoy aprendimos que la empatía es más que solo abrazar. A veces, es escuchar y aceptar a los demás tal como son. Cada uno tiene su manera de compartir amor" - explicó.

María Victoria, con una sonrisa deslumbrante, dijo: "¡Así que podemos crear un gran mural de amor sin importar si nos abrazamos o no!"

Y así, todos los niños, en conjunto, celebraron una jornada significativa que fortaleció su amistad y comprensión.

Después de ese día, los abrazos continuaron fluyendo, como un río de alegría, y Avril se sintió parte de aquel maravilloso grupo, mostrando que la empatía y el respeto son el mejor abrigo de todos.

FIN.

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