El Día del Niño de Akil
Akil era un niño lleno de energía y curiosidad. Un día, escuchó que se celebraba el Día del Niño y, emocionado, se preguntó si alguien se acordaría de él.
Mientras caminaba a casa, observó a un niño paseando con su madre, hablando sin parar mientras ella lo escuchaba atentamente. Esa escena hizo que Akil reflexionara sobre lo importante que es para un niño ser escuchado y comprendido.
A partir de ese momento, decidió que iba a encontrar maneras de hacer sentir especiales a los otros niños. Comenzó a hablar con sus amigos sobre sus ideas y juntos planearon una gran sorpresa para todos los niños de su barrio. Organizaron juegos, concursos y una gran merienda.
Akil descubrió que, a veces, ser especial no significa que los demás se acuerden de ti, sino hacer que otros se sientan especiales.
Desde ese día, Akil se convirtió en un pequeño líder, siempre dispuesto a escuchar a sus amigos y buscar maneras de hacerles sentir importantes.
FIN.