El día difícil de Yoselin


Yoselin era una niña muy inteligente que siempre destacaba en la escuela. Estaba en 9º grado en la U.T.U (Universidad de los Talentos Únicos). Sin embargo, uno de esos días, todo parecía salir mal.

Por la mañana, Yoselin se levantó tarde y se olvidó de estudiar para su examen de matemáticas. En la escuela, olvidó entregar su tarea de ciencias, y en el almuerzo, se cayó y se manchó toda la ropa. Para empeorar las cosas, recibió una mala nota en su examen de historia.

Al final del día, Yoselin estaba muy desanimada. Se sentía como si no fuera tan inteligente como todos pensaban. Esa noche, se sentó en su escritorio con la cabeza gacha, cuando de repente escuchó un suave ruido.

- Hola, Yoselin -dijo una pequeña libélula que volaba en su habitación.

Yoselin se sorprendió. Nunca antes había visto una libélula entrar a su habitación.

La libélula le contó a Yoselin sobre su propia historia, cómo había superado muchos desafíos para aprender a volar y ser libre. Le dijo a Yoselin que todos tienen días difíciles, pero que eso no significa que no sean valiosos o inteligentes.

Yoselin escuchó atentamente y comenzó a sentirse un poco mejor. La libélula la animó a no rendirse, a seguir esforzándose y a recordar que los errores son oportunidades para aprender.

Al día siguiente, Yoselin se levantó con una nueva determinación. Estudió para su examen de matemáticas, se disculpó con su profesor por olvidar la tarea y decidió enfrentar el día con una actitud positiva.

Y adivinen qué, ¡Yoselin se destacó! Sacó una excelente nota en su examen de matemáticas y recibió elogios por su actitud positiva. A partir de ese día, Yoselin aprendió a no dejarse vencer por los días difíciles, y cada vez que veía una libélula, recordaba que podía superar cualquier desafío.

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