El día en el circo


En un pueblo encantador, vivía una pequeña niña llamada Sofía. Un día, mientras paseaba por el parque, vio un cartel que decía: '¡Circo mágico en la ciudad!' emocionada, corrió a casa para pedirle a su mamá que la llevara.

Por supuesto, su mamá aceptó y al día siguiente, se dirigieron juntas al circo. Al llegar, se encontraron con un lugar lleno de luces, risas y coloridos puestos de comida.

El espectáculo estaba a punto de comenzar, así que Sofía y su mamá se acomodaron en sus asientos. En el escenario, los payasos comenzaron a hacer divertidos malabares, mientras un mago realizaba trucos sorprendentes. De repente, un elefante apareció con su domador, haciendo piruetas y saludando con su larga trompa.

Sofía no dejaba de reír y aplaudir. -¡Mamá, esto es lo mejor que he visto en mi vida! -exclamó Sofía emocionada.

La madre sonrió y le dijo: -¡Sí, es maravilloso! Justo cuando parecía que el espectáculo estaba llegando a su fin, la música cambió y sobre el escenario apareció un grupo de acróbatas. Realizaron piruetas increíbles, volando de un lado a otro con gracia y destreza. Sofía estaba asombrada viendo cómo cada uno de los artistas realizaba su acto.

Al finalizar el espectáculo, Sofía salió del circo con una enorme sonrisa en su rostro. -¡Mamá, quiero aprender a hacer todo lo que vi! -dijo, emocionada.

Desde ese día, Sofía comenzó a tomar clases de acrobacias y malabares, convirtiéndose en una talentosa artista de circo. Siempre recordaría el día en el que el circo le mostró que los sueños pueden hacerse realidad.

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