El día en que aprendimos a ser buenos amigos



Había una vez en el jardín de infantes Rayito de Sol, un grupo de niños de 3 años que eran muy traviesos. No querían prestar atención a su señorita Rosa, se pegaban entre ellos y no querían compartir sus juguetes.

Esto ponía muy triste a la señorita Rosa, quien no sabía qué hacer para que los niños cambiaran su comportamiento.

Un día, la señorita Rosa les contó a los niños la historia de Lucas, un osito muy travieso que aprendió una gran lección. "Había una vez un osito llamado Lucas que no quería compartir sus juguetes con sus amigos. Un día, sus amigos se cansaron de su comportamiento y decidieron no jugar más con él.

Lucas se sintió muy solo y triste. Entonces, decidió cambiar su actitud y comenzó a ser amable y a compartir con sus amigos. Pronto, todos volvieron a jugar juntos y Lucas se sintió muy feliz de tener buenos amigos".

Los niños escucharon atentamente la historia de Lucas y la señorita les dijo: "¿Qué creen que Lucas aprendió?". Los niños levantaron la mano y comenzaron a decir cosas como: "A ser buen amigo", "A compartir", y "A ser amable".

A partir de ese día, los niños del jardín de infantes Rayito de Sol decidieron seguir el ejemplo de Lucas. Comenzaron a compartir sus juguetes, a ser amables entre ellos y a escuchar a la señorita Rosa.

Pronto, todos se volvieron muy buenos amigos y la señorita Rosa recuperó su alegría. Desde entonces, en el jardín de infantes Rayito de Sol reinaba la amistad y la alegría. Los niños aprendieron que ser buenos amigos es la mejor forma de ser felices.

FIN.

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