El día en que el señor Sol se escondió

En una tierra lejana, donde el sol brillaba con fuerza todos los días, un extraño suceso ocurrió. El señor Sol, que iluminaba y calentaba el mundo, decidió esconderse. El pueblo se sumió en la oscuridad y el frío comenzó a apoderarse del lugar. Los habitantes estaban preocupados y se preguntaban qué podía haber sucedido.

- ¿Dónde está el sol? ¡Hace tanto frío! -exclamaba la gente preocupada.

Los animales también estaban desconcertados. Sin la calidez del sol, la naturaleza parecía estar triste y apagada. Los árboles no florecían y los campos se volvían cada vez más grises.

Los habitantes decidieron buscar al señor Sol. Recorrieron montañas, valles y mares, preguntando a todos los seres del lugar si habían visto al radiante astro. Finalmente, encontraron a la luna, quien les dijo que el señor Sol se sentía triste y desanimado.

Los habitantes, conmovidos, decidieron ayudar al señor Sol. Le llevaron mensajes de amor, canciones alegres y regalos de agradecimiento por todo lo que él les había dado. Poco a poco, el sol comenzó a asomarse tímidamente, iluminando el lugar con su luz. Finalmente, regresó con toda su fuerza, trayendo consigo la alegría y el calor que tanto se había extrañado.

El pueblo aprendió entonces que, al igual que ellos, el señor Sol también necesitaba amor y reconocimiento. Desde ese día, todos los habitantes le mostraron su agradecimiento y cariño, recordando que con pequeños gestos de amor se pueden hacer grandes cosas.