El día en que Juana y Miguel descubrieron el poder de decir sí y no



Juana y Miguel eran dos amigos muy unidos que asistían a la misma escuela. Siempre jugaban juntos durante el recreo, pero un día algo extraño sucedió. Mientras estaban en el patio, ESI, el duende travieso, apareció frente a ellos con una sonrisa misteriosa.

- ¡Hola, niños! ¿Quieren jugar a un juego diferente? - preguntó ESI.

Juana y Miguel se miraron y, casi al mismo tiempo, dijeron 'sí'. En ese momento, ESI hizo un gesto y desapareció en un destello de luz. De repente, Juana se dio cuenta de que ahora solo podía decir 'sí' a todo, mientras que Miguel solo podía decir 'no'.

Al principio, les pareció gracioso, pero pronto descubrieron que sus palabras tenían un increíble poder. Juana se encontró aceptando cosas que no quería hacer, mientras que Miguel se negaba a participar en juegos y actividades divertidas. Se dieron cuenta de que debían usar su nueva habilidad con sabiduría.

Decidieron buscar a ESI para pedirle que deshiciera el hechizo, pero descubrieron que el duende se había escondido. Decidieron enfrentar el desafío y aprender a usar sus nuevas habilidades para hacer el bien.

Juana empezó a decir 'sí' a ayudar a sus compañeros, a participar en actividades que la hacían feliz y a fomentar la amistad. Miguel aprendió a decir 'no' a comportamientos injustos, a cuidar su tiempo y energía, y a hacer respetar sus derechos.

Con el tiempo, Juana y Miguel notaron que su actitud positiva y firmeza habían inspirado a otros. Finalmente, comprendieron que el secreto no estaba en el poder de las palabras, sino en cómo las usaban. Aprendieron a equilibrar el 'sí' y el 'no' para ser mejores personas y disfrutar de una vida plena y feliz.

Desde ese día, Juana y Miguel enseñaron a sus amigos el valioso poder de decir 'sí' y 'no', recordándoles que las palabras tienen un impacto profundo en sus vidas.

FIN.

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