El día en que las funciones de la tecnología cobraron vida


Había una vez en la ciudad de Tecnópolis, donde todas las máquinas y dispositivos tecnológicos vivían en armonía. Un día, mientras el joven Nico navegaba en su computadora, algo extraño sucedió.

De repente, todas las funciones de la tecnología cobraron vida. La impresora empezó a volar con sus hojas impresas como alas, el teléfono móvil comenzó a caminar con sus teclas como patitas, y la televisión bailaba al ritmo de la música.

Sorprendido, Nico decidió seguir a las funciones de la tecnología para ver a dónde iban. "¡Deténganse! ¡Esperen por favor!" gritó Nico, persiguiendo a la impresora voladora. Finalmente, logró alcanzarla y le preguntó por qué estaban actuando de esa manera tan extraña.

La impresora, llamada Impri, le explicó que siempre habían querido explorar el mundo más allá de sus cables y circuitos. "Pero, ¿no se supone que las máquinas deben permanecer en su lugar y hacer su trabajo?" preguntó Nico confundido.

"Eso es lo que todos piensan, pero nosotros también tenemos sueños y deseos", respondió Impri. Conmovido por sus palabras, Nico decidió ayudar a las funciones de la tecnología a encontrar un lugar donde pudieran ser libres.

Tras una emocionante aventura llena de desafíos y obstáculos, lograron llegar a un antiguo laboratorio abandonado. Allí, las funciones de la tecnología construyeron un nuevo hogar donde podrían vivir en libertad y explorar el mundo.

Desde ese día, Nico visitaba a sus amigos tecnológicos con frecuencia, y juntos descubrían que, aunque la tecnología tenía sus funciones, también tenía un alma e ilimitadas posibilidades para soñar y crear.

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