El día en que Martín descubrió el poder de la moderación



Martín era un niño muy travieso y lleno de energía, a quien le encantaba comer caramelos. Todos los días, después de la escuela, corría a la tienda de caramelos del barrio y compraba una gran bolsa llena de golosinas.

Se sentaba en un banco del parque y se los comía uno tras otro, sin parar. Sus amigos siempre le advertían sobre los peligros de comer tantos caramelos, pero Martín no les hacía caso.

Un día, después de haber devorado una enorme cantidad de dulces, Martín comenzó a sentirse mal. Tenía la barriga hinchada y le dolía la cabeza. Decidió ir a casa y se acostó en su cama, lamentando su exceso de caramelos.

En su sueño, apareció una hada llamada Dulcinea, quien le habló: '-Martín, has abusado de los caramelos y tu cuerpo te está enviando señales de que necesitas cambiar tus hábitos. Debes aprender a moderarte y a cuidar de tu salud.' Al despertar, Martín tomó una decisión.

Habló con sus padres y juntos buscaron formas saludables de disfrutar de los caramelos, como repartirlos en pequeñas porciones a lo largo de la semana.

A partir de ese día, Martín aprendió a moderar su consumo de dulces y su salud mejoró. También descubrió que al disfrutar los caramelos con mesura, podía apreciar su sabor de una forma mucho más especial. Sus amigos lo felicitaron por su cambio y Martín se sintió orgulloso de haber aprendido una gran lección.

FIN.

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