El día en que Romina rompió las reglas



Romina era una niña curiosa y creativa a la que le encantaba la escuela. Pero un día, se encontró con un problema: en su escuela tenían una larga lista de cosas que no se podían hacer.

No se podía correr en los pasillos, no se podía hablar durante la clase, no se podía pintar en las paredes, y así seguía la lista. A Romina le parecía que esas reglas limitaban su alegría y creatividad. Decidió hacer algo al respecto.

Con la ayuda de sus amigos, elaboró un plan para demostrar que las reglas no siempre eran necesarias. Decidieron organizar un concurso de talentos en la escuela, algo que estaba totalmente prohibido.

Con ingenio y creatividad, demostraron que se podían hacer cosas maravillosas respetando las normas básicas de convivencia. Al final, la directora, sorprendida por la valentía y el talento de los chicos, decidió modificar algunas de las reglas.

A partir de ese día, los alumnos pudieron correr en el recreo, hablar en voz alta durante ciertas actividades y expresar su creatividad de formas nuevas y emocionantes.

Romina y sus amigos demostraron que, a veces, desafiar las reglas de una manera positiva y constructiva puede llevar a cambios importantes y beneficiosos para todos.

FIN.

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