El Día en que Tobi se Perdió



Era una hermosa mañana de primavera, y Lucas decidió llevar a su perro Tobi al parque. Tobi era un dulce perro de pelaje marrón y orejas largas que siempre estaba lleno de energía. Lucas lo adoraba y nunca se separaba de él.

"¡Vamos, Tobi! Hoy te voy a llevar a correr en el parque y jugar con otros perros" - dijo Lucas entusiasmado.

Cuando llegaron al parque, Tobi no pudo contener su alegría. Corrió y saltó, olfateando cada rincón mientras Lucas lo miraba con una sonrisa. Pronto otros perros comenzaron a acercarse, y Tobi se unió a ellos en un juego de círculos.

"¡Mirá cómo corre! Es el más rápido de todos" - exclamó Lucas a una niña que estaba en el parque con su perrito.

Pero mientras Lucas conversaba y se reía con otros dueños de perros, Tobi, emocionado por la diversión, se alejó de su lado. De repente, Lucas se dio cuenta de que Tobi había desaparecido.

"¡Tobi! ¡Tobi!" - gritó Lucas asustado. Pero no había respuesta.

El corazón de Lucas comenzó a latir rápidamente. Se sentó en el césped, llenándose de preocupaciones.

"¿Qué voy a hacer? ¡Tengo que encontrarlo!" - dijo en voz alta, sin saber por dónde empezar.

Con determinación, Lucas se levantó y comenzó a buscar a su amigo. Caminó por el parque, preguntando a otros que estaban allí si habían visto a Tobi.

"¿Has visto a un perro marrón corriendo por aquí?" - le preguntó a un hombre que estaba alimentando a las palomas.

"Lo siento, chico. No he visto a ningún perro. ¡Pero no te rindas!" - respondió el hombre con amabilidad.

Lucas se sentía cada vez más preocupado, pero recordó lo que su mamá siempre le decía: "En momentos difíciles, la calma es clave". Se respiró hondo y pensó en un plan.

"Voy a hacer lo que hace Tobi cuando se pierde: buscarlo por donde más le gusta jugar" - decidió. Entonces, decidió ir a la zona de los juegos.

Al llegar, Lucas vio un grupo de niños jugando con sus perros y se unió a ellos.

"¡Hola! ¿Han visto a Tobi, un perro marrón?" - les preguntó.

"No, pero podemos ayudarte a buscarlo" - respondió una niña llamada Valentina.

Lucas se sintió un poco mejor al saber que no estaba solo. Con la ayuda de Valentina y otros niños, comenzaron a buscar en los arbustos y detrás de los juegos. Hasta que de repente, escucharon un ladrido familiar.

"¡Tobi!" - gritó Lucas, corriendo hacia el sonido. Y allí estaba su perro, jugando con una pelota que había encontrado, rodeado de niños.

"¡Tobi, no te pierdas así!" - dijo Lucas, abrazándolo fuertemente.

"Parece que le gusta este lugar" - rió Valentina al ver lo feliz que estaba Tobi.

Lucas se dio cuenta de que era importante mantenerse alerta en el parque, pero también había aprendido que era bueno pedir ayuda si necesitaba. Agradeció a Valentina y a los otros niños por ayudarlo.

"Gracias por ayudarme a buscar a Tobi. Ustedes son unos grandes amigos" - dijo Lucas con una gran sonrisa.

Desde ese día, Lucas siempre se aseguraba de mantener a Tobi cerca, pero también sabía que si se perdía de nuevo, podía contar con la ayuda de otros. Y así, un día de diversión en el parque se convirtió en una emocionante aventura llena de amistad y colaboración.

Y aunque Tobi siempre encontraba nuevas maneras de explorar, Lucas nunca olvidó la importancia de estar atento y de aceptar ayuda cuando la necesitaba. Porque a veces, los amigos son lo que realmente importa, ya sea que tengan patas o no.

FIN.

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