El día en que todos fuimos amigos



En una escuela muy especial, había un grupo de amigos que siempre jugaban juntos en el recreo. Se llamaban Juan, Martina, Lucas y Valentina. Siempre se divertían mucho y compartían todo. Pero un día, un nuevo alumno llegó a la escuela. Se llamaba Diego, y era muy tímido. Los demás niños no lo conocían, así que lo excluyeron de sus juegos y conversaciones.

Diego se sentía muy solo y triste. Pasaba el recreo mirando desde lejos cómo los otros chicos se divertían. Hasta que un día, Martina se acercó a él y le preguntó si quería jugar. Diego, sorprendido, asintió tímidamente. Así, poco a poco, Martina y los demás amigos fueron incluyendo a Diego en sus juegos y conversaciones.

Al principio, algunos niños no estaban seguros de querer a Diego en su grupo, pero pronto descubrieron que era muy divertido y amable. A medida que pasaban los días, Diego se convirtió en un miembro más del grupo, y todos se dieron cuenta de que tener a un nuevo amigo los enriquecía y hacía su diversión aún mejor.

Desde ese día, en la escuela todos aprendieron la importancia de la inclusión y de ser amables con los demás, sin importar las diferencias. Juan, Martina, Lucas, Valentina y Diego se convirtieron en inseparables amigos, demostrando que la verdadera amistad nace cuando se brinda espacio a los demás, sin importar quiénes sean.

Al final, la escuela se llenó de risas y juegos para todos, recordándoles que la inclusión es la clave para construir una comunidad fuerte y amorosa.

FIN.

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