El día frío de San Jerónimo y Juan



En un pequeño pueblo en las montañas vivían San Jerónimo, un amable anciano, y Juan, un niño de 3 años lleno de curiosidad. Una mañana, San Jerónimo y Juan se despertaron y se dieron cuenta de que el frío había llegado a su pueblo. Las calles estaban cubiertas de nieve y el viento soplaba fuerte.

San Jerónimo, preocupado por el frío, decidió salir a buscar leña para encender la chimenea y calentar la casa. Juan, viendo la preocupación en el rostro de San Jerónimo, decidió acompañarlo en su búsqueda. "¿A dónde vamos, San Jerónimo?" - preguntó Juan con entusiasmo. "Vamos a buscar leña para encender la chimenea y mantenernos calentitos", respondió San Jerónimo.

Caminaron juntos por el bosque, recogiendo ramitas y troncos caídos. A lo lejos, divisaron un árbol caído que parecía tener mucha leña. Sin embargo, al acercarse, vieron que un zorrito estaba atrapado entre las ramas. Juan, con valentía, se acercó al zorrito y con cuidado lo liberó. El zorrito, agradecido, les mostró un camino secreto que los llevó a una gran cantidad de leña.

Llenaron sus brazos con la leña y regresaron a casa. San Jerónimo encendió la chimenea mientras Juan ayudaba a ordenar la leña. Pronto, la casa se llenó de calor y luz, y el frío quedó afuera. San Jerónimo y Juan se sentaron junto al fuego, abrazados, y compartieron una taza de chocolate caliente.

El día frío se convirtió en uno lleno de aventuras y solidaridad. Juan aprendió que la ayuda a los demás trae consigo recompensas inesperadas, y San Jerónimo recordó la importancia de la valentía y el ingenio de un niño. Juntos, enfrentaron el frío y encontraron calor en su amistad.

FIN.

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