El día inolvidable de Marco
En un frondoso bosque vivía Marco, un pequeño zorrito muy amable y juguetón. Un día, mientras paseaba por el borde del bosque, escuchó risas y gritos.
Curioso, se acercó y vio a un grupo de niños jugando fútbol en un claro del bosque. Marco se emocionó mucho al verlos y decidió acercarse, moviendo su cola con alegría. Pero, para su sorpresa, en cuanto los niños lo vieron, se asustaron y salieron corriendo dejando a Marco triste y confundido.
El pequeño zorrito se sintió muy solo y desanimado. No entendía por qué los niños se habían alejado de él. De repente, escuchó un suave canturreo y, al mirar hacia arriba, vio a Killa, una hermosa ave canora posada en una rama.
- ¿Estás bien, Marco? -le preguntó Killa con ternura.
Marco suspiró profundamente y le contó lo que había sucedido. Killa escuchó atentamente y luego le dijo con cariño: -No te pongas triste, Marco.
A veces, las personas temen a lo que no conocen. Pero eso no significa que no puedas hacer amigos. Solo debes encontrar a aquellos que entiendan y valoren tu amabilidad y alegría. Además, cada uno de nosotros es especial a nuestra manera.
No dejes que el miedo ajeno te desanime. Levanta la cabeza y sigue adelante.
Marco asintió con una pequeña sonrisa, agradeciendo las palabras reconfortantes de Killa. Con el ánimo renovado, decidió continuar su día.
Mientras caminaba, se encontró con otros animales del bosque con quienes jugó y compartió risas. Poco a poco, Marco entendió que lo importante no era ser aceptado por todos, sino encontrar a quienes lo aceptaran y apreciaran tal como era.
Desde entonces, el pequeño zorrito disfrutó cada día con alegría y sabiduría, valorando las verdaderas amistades que encontraba en su camino.
FIN.