El día mágico de las fotos



Había una vez en la hermosa ciudad de Buenos Aires, un grupo de amigos muy curiosos: Lola, Pedro, Martín y Sofía. Un día, mientras paseaban por el parque, encontraron una cámara fotográfica escondida entre las hojas de un árbol.

- ¡Miren esto! - exclamó Pedro emocionado, levantando la cámara del suelo.

- ¿Qué será esto? - preguntó curiosa Sofía.

- Parece una cámara de fotos - comentó Martín.

- ¡Podríamos usarla para sacar fotos! - sugirió Lola emocionada.

Los amigos empezaron a sacar fotos por todo el parque, retratando las flores, los árboles, los pájaros y hasta ellos mismos. Pero al revisar las fotos en la pantalla de la cámara, se sorprendieron al ver algo mágico: las fotos ¡¡se movían! !

- ¡Wow! ¡Esto es increíble! - exclamó Pedro maravillado.

- Es como si las fotos estuvieran vivas - dijo Martín asombrado.

- ¡Esto es lo más divertido que he visto! - gritó Lola emocionada.

- No puedo creerlo, ¡las fotos cobran vida! - exclamó Sofía sorprendida.

De repente, una de las fotos mostró un camino misterioso que nadie había visto antes. Los amigos se miraron entre ellos, emocionados, y sin dudarlo, siguieron el camino que indicaba la foto. Caminaron entre árboles altos y flores brillantes, hasta que llegaron a un claro donde vieron un arcoiris gigante.

- ¡Esto es asombroso! ¿Cómo llegamos aquí? - se asombró Pedro.

- Fue gracias a la foto que sacamos - concluyó Martín.

- ¡La cámara tiene poderes mágicos! - exclamó Lola emocionada.

- Tenemos que sacar más fotos para descubrir más sorpresas - propuso Sofía.

Los amigos empezaron a sacar muchas fotos de ese lugar mágico, y cada imagen revelaba un nuevo camino hacia aventuras increíbles. Descubrieron un castillo de caramelos, un río de purpurina y hasta una montaña de helado. Pasaron horas explorando y capturando todas las maravillas que encontraban.

Finalmente, cuando el sol comenzó a ponerse, las fotos los guiaron de regreso al parque, donde encontraron un sobre con la cámara. En su interior, había un mensaje que decía: "Gracias por descubrir la magia de las fotos. Ahora la cámara es suya para que sigan explorando juntos". Los amigos se abrazaron emocionados, sabiendo que esta cámara mágica los llevaría a vivir muchas más aventuras juntos. Y así, con la cámara en sus manos, se despidieron del parque, listos para seguir descubriendo la magia que las fotos guardaban para ellos.

FIN.

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