El día mágico del medio ambiente

Había una vez en un pequeño pueblo rodeado de hermosos bosques, montañas y un río cristalino, donde vivían Andrea y Martín, dos hermanos curiosos y aventureros. Un día, mientras jugaban en el bosque, encontraron un misterioso mapa con un mensaje que decía: “El Día Mágico del Medio Ambiente está cerca, únete a la misión de proteger nuestro hogar”. Intrigados, decidieron emprender esta increíble aventura.

Siguiendo el mapa, llegaron a un claro del bosque donde se encontraron con el hada del medio ambiente, quien les explicó la importancia de cuidar la naturaleza y les encomendó tres misiones para celebrar el Día Internacional del Medio Ambiente.

La primera misión consistía en limpiar el río, para ello, Andrea y Martín organizaron un grupo de amigos y vecinos, quienes juntos recogieron la basura, limpiaron las orillas y plantaron árboles a su alrededor. El río recuperó su brillo y vitalidad, y todos se comprometieron a mantenerlo limpio.

La segunda misión era proteger la flora y fauna del bosque. Los hermanos aprendieron sobre las especies en peligro de extinción y crearon carteles informativos para concienciar a los visitantes sobre la importancia de respetar y cuidar a los animales y plantas del lugar.

La tercera misión los llevó a la comunidad, donde organizaron una jornada de reciclaje y reutilización, enseñando a todos a separar los residuos y a darles una segunda oportunidad. Juntos, construyeron bancos con neumáticos reciclados y crearon un jardín vertical con botellas plásticas.

Finalmente, el gran día llegó, y el hada del medio ambiente, emocionada por el esfuerzo y compromiso de los niños, los invitó a una celebración mágica. Durante la fiesta, el hada otorgó a Andrea y Martín una bolsa mágica que siempre se llenaría de semillas cada vez que plantaran un árbol.

Desde ese día, Andrea, Martín y todos en el pueblo se convirtieron en guardianes del medio ambiente, inspirando a otros a unirse a la misión de proteger y cuidar nuestro hogar, recordando siempre que todos podemos hacer la diferencia.