El día que aprendimos sobre la importancia de la seguridad en el trabajo

Érase una vez en una fábrica de juguetes, donde todos los días los trabajadores se esforzaban por crear los juguetes más hermosos para los niños de todo el mundo.

En esta fábrica trabajaba Lucas, un simpático osito de peluche que era el encargado de mover las cajas de juguetes de un lugar a otro. Un día, mientras Lucas transportaba unas cajas, tropezó con un cable suelto y cayó al suelo, rompiéndose una de sus patitas.

- ¡Ay, me duele mucho! - gritó Lucas, mientras sus amigos corrieron a ayudarlo. Rápidamente lo llevaron a la sala de emergencias, donde los doctores lo atendieron y le dijeron que necesitaría reposo y cuidado para sanar.

Esto preocupó a sus compañeros, quienes se dieron cuenta de lo importante que es la seguridad en el trabajo. Decidieron reunirse y tomar acciones para evitar que algo así volviera a suceder.

Juntos, propusieron nuevas medidas de seguridad, como mantener los cables ordenados, usar calzado antideslizante y capacitar a todos en primeros auxilios. Con el tiempo, la fábrica se convirtió en un lugar más seguro y gracias a la valentía de Lucas, todos aprendieron la importancia de trabajar de manera segura y cuidar unos a otros.