El día que Argentina fue libre
En la ciudad de San Miguel, en la hermosa provincia de Tucumán, se reunieron personas importantes de diferentes lugares. Había un sentimiento de nerviosismo en el aire, pero también de emoción y esperanza.
Las noticias que iban llegando eran alentadoras: Argentina estaba cerca de ser libre. La gente comenzó a congregarse en la plaza central, luciendo sus mejores atuendos y banderas celestes y blancas. Niños, jóvenes y adultos, todos estaban ansiosos por lo que estaba por suceder.
En un momento, un murmullo se extendió por la multitud, y pronto todos estallaron en júbilo. Argentina al fin era libre. La emoción era palpable en el aire, con abrazos, risas y lágrimas de felicidad.
Desde ese día, la bandera celeste y blanca representaría a todos los argentinos, y cada vez que la veían, sentirían el orgullo de ser libres. La lección que dejó ese día perduraría por generaciones: la importancia de la unión, la esperanza y la lucha por la libertad.
FIN.