El día que el aula de los traviesos se volvió un lugar mágico



Había una vez un colegio donde el aula de los traviesos estaba siempre llena de risas, gritos y desorden. Los 30 niños que la habitaban se portaban mal, no escuchaban a sus maestros y causaban caos en cada clase.

La señorita Marta, su maestra, estaba desesperada y no sabía qué hacer. Un día, decidió llevarlos a un paseo al bosque para ver si el contacto con la naturaleza los calmaba.

Los niños, al principio, estaban exultantes corriendo por todos lados y haciendo travesuras. Pero de repente, se encontraron con un árbol enorme y misterioso. La señorita Marta les dijo: - ¡Niños, hagamos un círculo alrededor de este árbol y tomémonos de las manos! Los niños, intrigados, obedecieron.

De repente, el árbol empezó a brillar y una voz mágica se escuchó en sus cabezas. - Niños traviesos, escuchen con atención. Cada uno de ustedes tiene un poder especial que pueden usar para hacer de este mundo un lugar mejor.

Pueden usar su energía para crear, para ayudar y para ser buenos compañeros. Los niños, asombrados, se miraron unos a otros. A partir de ese día, empezaron a descubrir sus poderes y a usarlos para hacer buenas acciones.

Algunos tenían el poder de la paciencia, otros el de la creatividad, otros la empatía. El aula de los traviesos se convirtió en el lugar más mágico del colegio. Los maestros no podían creer el cambio y la señorita Marta estaba feliz.

Los niños se convirtieron en los héroes del colegio, usando sus poderes para ayudar a otros y hacer del mundo un lugar mejor.

FIN.

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