El día que Juanito se cayó en el parque



Había una vez un día soleado en el parque Los Patitos. Juanito y su amigo Tomás estaban jugando a la pelota cuando de repente, Juanito tropezó con una raíz y cayó al suelo.

-¡Ay! -gritó Juanito, con los ojos llenos de lágrimas. -¡Oh no! -exclamó Tomás preocupado, corriendo hacia su amigo. -¿Estás bien, Juanito? Juanito se levantó, se sacudió la ropa y asintió, aunque seguía sintiéndose adolorido.

-Me duele un poco, pero creo que podré caminar, gracias Tomás -dijo Juanito con una sonrisa a medias. Tomás rodeó el brazo de Juanito y lo ayudó a levantarse. Juntos, los dos amigos caminaron hasta un banco cercano.

Mientras descansaban, Tomás le dijo a Juanito: -Sé lo que te va a hacer sentir mejor. Vamos a hacer un concurso de aviones de papel. ¿Te parece? Juanito asintió con entusiasmo y los dos amigos se pusieron a doblar y lanzar aviones de papel, riendo y divirtiéndose.

Poco a poco, el dolor de Juanito se fue desvaneciendo y pronto se olvidó por completo de su caída. -Gracias por ayudarme, Tomás. Eres el mejor amigo que alguien podría desear -dijo Juanito, sonriente. -No hay de qué, Juanito.

Los amigos siempre están ahí para ayudarse mutuamente -respondió Tomás con una sonrisa. A partir de ese día, Juanito y Tomás se volvieron aún más cercanos, compartiendo momentos felices y apoyándose en los momentos difíciles.

Y cada vez que alguien necesitaba ayuda en el parque Los Patitos, Juanito y Tomás estaban allí, listos para tender una mano amiga. Porque eso es lo que hacen los verdaderos amigos.

FIN.

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