El día que la Tierra conoció al Sol, el Aire y la Lluvia


Había una vez un planeta llamado Tierra que, a pesar de ser hermoso, se sentía un poco triste. La Tierra pasaba sus días girando en su órbita, sintiéndose sola y sin nadie con quien hablar. Un día, la Tierra decidió emprender un viaje para buscar amigos.

La Tierra se balanceaba y giraba hasta encontrarse con el Sol. "Hola, soy la Tierra. ¿Quieres ser mi amigo?" - preguntó con timidez. El Sol, con su luz brillante, sonrió y dijo: "Claro, seré tu amigo y te iluminaré para que nunca más te sientas sola."

Entusiasmada, la Tierra continuó su viaje y pronto se encontró con el Aire. "¡Hola, soy la Tierra! ¿Te gustaría ser mi amigo?" - preguntó emocionada. El Aire, juguetón y suave, respondió: "¡Claro que sí! Seré tu amigo y te abrazaré con suavidad para que nunca más te sientas sola."

La Tierra, ahora llena de alegría, siguió su búsqueda y se topó con la Lluvia. "Hola, soy la Tierra. ¿Quisieras ser mi amiga?" - preguntó con emoción. La Lluvia, con sus gotas refrescantes, asintió y dijo: "Por supuesto, seré tu amiga y te regaré con mis gotas para que nunca más te sientas sola."

Juntos, la Tierra, el Sol, el Aire y la Lluvia formaron una amistad inseparable. El Sol iluminaba el día, el Aire soplaba suavemente, y la Lluvia regaba la tierra, haciendo que la Tierra floreciera de vida y color. Desde entonces, la Tierra ya no se sentía sola, tenía amigos maravillosos que la acompañaban en su viaje por el universo.

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