El día que Lautaro encontró el verdadero amor
Lautaro era un niño curioso y travieso que pasaba la mayor parte de su tiempo jugando con su teléfono celular.
Sus padres, Marta y Roberto, estaban preocupados por la obsesión de su hijo con la tecnología, así que un día decidieron hablar con él. "Lautaro, sabemos que te encanta jugar con el celular, pero también es importante que disfrutes de otras actividades", le dijo su mamá. Lautaro asintió pero no parecía convencido.
Fue entonces cuando sus padres decidieron llevarlo a un hogar de ancianos para que entendiera la importancia de pasar tiempo con quienes más lo necesitan.
Al principio, Lautaro se mostró reacio, pero una vez allí, conoció a Doña Rosa, una señora mayor con una gran sonrisa y un corazón bondadoso. "Hola, jovencito", le dijo Doña Rosa con ternura.
Lautaro se sintió un poco incómodo al principio, pero a medida que pasaban tiempo juntos, empezó a disfrutar de las historias que ella le contaba y de la calidez de su compañía. Poco a poco, Lautaro comenzó a visitar a Doña Rosa con regularidad, dejando de lado su celular para compartir momentos especiales con su nueva amiga.
Con el tiempo, Lautaro descubrió que el verdadero amor no se encuentra en un dispositivo electrónico, sino en el cariño y la conexión que compartía con Doña Rosa. A partir de ese día, Lautaro aprendió a valorar las relaciones personales y a encontrar la verdadera felicidad en las pequeñas cosas de la vida.
FIN.