El día que los animales izaron la bandera
En una hermosa plaza de la ciudad, ondeaba orgullosa la bandera nacional en lo alto del mástil. Sin embargo, un día ventoso, la bandera se desprendió y cayó al suelo. Los animales que habitaban la plaza, un conejo, una tortuga, un pichón y un ratón, se percataron de lo sucedido y decidieron ayudar a izar de nuevo la bandera.
El conejo, siempre ágil y veloz, propuso buscar un nuevo cordel para la bandera. La tortuga, lenta pero perseverante, se ofreció para arrastrar el mástil hasta el lugar donde estaban los cordones. El pichón, con su pico afilado, ayudaría a atar la bandera al mástil. Y el ratón, con su agilidad, se encargaría de subir hasta lo alto para izarla.
Trabajando juntos, los animales se embarcaron en su tarea. El conejo saltó entre los arbustos en busca del cordel más resistente. La tortuga, con esfuerzo, arrastró el pesado mástil hasta el lugar. El pichón trenzó hábilmente la bandera al mástil. Y el ratón, casi invisible, escaló con determinación hasta la cima.
Tras un arduo trabajo en equipo, la bandera estaba lista para ser izada de nuevo. Los animales con gran esfuerzo lograron izarla hasta lo alto, ondeando con orgullo una vez más. Los vecinos que pasaban por la plaza aplaudieron emocionados al ver la increíble muestra de colaboración entre los animales.
Desde ese día, la bandera ondeaba más hermosa que nunca, recordándole a todos que, con esfuerzo y colaboración, los desafíos pueden superarse. Y los animales, orgullosos de su logro, continuaron viviendo en armonía en la plaza, recordando siempre la importancia de trabajar en equipo.
FIN.