El día que los niños de primer grado aprendieron a respetar las normas



En el colegio de Trelew, en la clase de la Seño Milena, los niños de primer grado eran muy inquietos. Durante los recreos, en lugar de jugar de manera tranquila, algunos corrían y se empujaban, sin respetar las normas ni a sus compañeros. La Seño Milena, preocupada por esta situación, decidió hablar con sus alumnos.

- Niños, ¿por qué no están respetando las normas en el recreo? Es importante jugar de manera segura y respetuosa con los demás - les explicó la Seño Milena.

Los niños, algo avergonzados, bajaron la mirada. Pero uno de ellos, Lucas, levantó la mano y dijo:

- Seño, es que nos aburrimos si jugamos tranquilos. Queremos correr y divertirnos más.

La Seño Milena comprendió que los niños necesitaban liberar su energía, pero de manera segura. Entonces, se le ocurrió una idea.

- ¿Qué les parece si creamos un juego en el que puedan correr, pero respetando ciertas reglas? Así podrán divertirse sin lastimarse ni lastimar a sus compañeros – propuso la Seño Milena.

Los niños se entusiasmaron con la idea. Entre todos, idearon un juego de carreras en el que debían esquivar obstáculos y llegar a la meta sin empujarse. La Seño Milena les explicó las reglas y les recordó la importancia de jugar de manera segura y respetuosa.

Durante varios días, los niños jugaron al nuevo juego en los recreos. Se divertían muchísimo, pero sin lastimarse ni pelearse. Pronto, los demás alumnos de la escuela se sumaron al juego, y todos se divertían juntos de manera segura y respetuosa.

Desde entonces, los recreos en la escuela de Trelew se volvieron mucho más divertidos y tranquilos. Los niños aprendieron que, aunque a veces tengan mucha energía, es importante jugar de manera segura y respetuosa con los demás.

Y la Seño Milena, orgullosa de sus valientes alumnos, les recordaba siempre: “Recuerden, divertirse no significa olvidarse de las normas”.

FIN.

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